En un provocador artículo publicado esta semana por "Time and Mind" (Tiempo y Mente), un periódico consagrado a la filosofía, Shanon sostiene que el consumo de sicotropos formaba parte de los rituales religiosos de los judíos mencionados por el libro del Éxodo en la Biblia.
"En lo que respecta a Moisés en el Monte Sinaí, se trataba de un acontecimiento cósmico sobrenatural en el cual yo no creo, o de una leyenda en la cual tampoco creo, o -y eso es muy probable- de un acontecimiento que reunió a Moisés y al pueblo de Israel bajo el efecto de estupefacientes", afirmó el profesor en la radio pública israelí.
"La Biblia afirma en ese sentido que el pueblo VE sonidos y ese es un fenómeno muy clásico, por ejemplo en la tradición de América Latina, donde se ve la música", agregó.
También mencionó los ejemplos de la zarza ardiente y del Arbol del Conocimiento en el Jardín del Edén, precisando que en los desiertos del Sinaí egipcio y del Neguev israelí hay hierbas y plantas alucinógenas que los beduinos siguen utilizando.
Según el profesor Shanon, las sociedades tradicionales shamánicas a menudo utilizan estupefacientes en sus ritos religiosos. "Pero esa utilización está sometida a reglas muy estrictas", explica.
"Yo estuve invitado en 1991 a una ceremonia religiosa en el norte de la Amazonia, en Brasil, durante la cual probé una poción hecha con una planta, la ayahuasca, y tuve visiones de connotación espiritual y religiosa", añadió.
Según este investigador, los efectos sicodélicos de las pociones preparadas con la ayahuasca son comparables a los que producen las bebidas fabricadas con la corteza de la acacia. La Biblia menciona este árbol frecuentemente, y su madera es similar a la que fue utilizada para tallar el Arca de la Alianza...
Link