June 30, 2007

INVISIBLE




Hoy me desperté con un padecimiento digamos nuevo, yo lo llamaré "mirada adánica". no entendía el sentido de la educación primaria ni secundaria y mucho menos universitaria, no entendía el secreto del huevo kinder ni del recorrido de los colectivos. pero sobretodo me desperté sin entender cómo la gente es capaz de gastar guita en cada boludez: colegios privados, visitas al psicologo, créditos hipotecarios, etc. Quiero decir: la gente empeña su tiempo-que es SU VIDA por si no se enteraron-endeudandose hasta las pelotas para comprar tan sólo una promesa de felicidad. Es tan fácil sacarle la plata a la gente incauta...

Ya lo dijo el Martín Fierro:
El vivo vive del zonzo y el zonzo de su trabajo...

" Ahora que el miedo había desaparecido, empezaba a brotar de ella algo más, algo extraño. Y deplorable, pensó Isidore.Cierta frialdad, semejante al hálito del vacío entre los mundos habitados, algo venido de ninguna parte"
(Philip K. Dick)

Emil Cioran

Cuando se ha salido del círculo de errores y de ilusiones en el interior del cual se desarrollan los actos, tomar posición es casi imposible. Se necesita un mínimo de estupidez para todo, para afirmar e incluso para negar.



Todo lo que me opone al mundo me es consustancial. La experiencia me ha enseñado pocas cosas. Mis decepciones me han precedido siempre.

Para poder vislumbrar lo esencial no debe ejercerse ningún oficio. Hay que permanecer tumbado todo el día, y gemir...



Existe un placer innegable en saber que lo que se hace no posee ninguna base real, que da lo mismo realizar un acto que no realizarlo. Sin embargo, en nuestros gestos cotidianos contemporizamos con la Vacuidad, es decir, alternativamente ya veces al mismo tiempo, consideramos este mundo como real e irreal. Mezclamos verdades puras con verdades sórdidas, y esa amalgama, vergüenza del pensador, es la revancha del ser normal.



No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos qué forman parte de nuestra rutina y nos minan meticulosamente como el Tiempo.



Imposible asistir más de un cuarto de hora sin impaciencia a la desesperación de alguien.



La amistad sólo resulta interesante y profunda en la juventud. Es evidente que con la edad lo que más se teme es que nuestros amigos nos sobrevivan.



Podemos imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta dónde podemos hundirnos.



Lo que aún me apega a las cosas es una sed heredada de antepasados que llevaron la curiosidad de existir hasta la ignominia.



Cuánto debían detestarse los trogloditas en la oscuridad y la pestilencia de las cavernas. Es normal que los pintores que malvivían en ellas no hayan querido inmortalizar el rostro de sus semejantes y hayan preferido el de los animales.


«Habiendo renunciado a la santidad...» -¡Pensar que he sido capaz de escribir semejante enormidad! Debo sin embargo tener alguna excusa y espero hallarla aún.



Fuera de la música, todo, incluso la soledad y el éxtasis, es mentira. Ella es justamente ambos, pero mejorados.


Podemos estar orgullosos de lo que hemos hecho, pero deberíamos estarlo mucho más de lo que no hemos hecho. Ese orgullo está por inventar.



Tras una tarde con él quedaba extenuado, pues la necesidad de controlarme, de evitar la menor alusión susceptible de herirle (y todo le hería), me dejaba al final sin fuerzas, insatisfecho tanto de él como de mí mismo. Siempre acababa reprochándome haberle dado la razón en todo por escrúpulos llevados hasta la bajeza, me despreciaba por no haber reaccionado, por no haber explotado, en lugar de haberme impuesto tan extenuante ejercicio de delicadeza.



Nunca se dice de un perro o de una rata que es mortal. ¿Con qué derecho se ha arrogado el hombre ese privilegio? Después de todo, la muerte no es un descubrimiento suyo. ¡Qué fatuidad creerse su beneficiario exclusivo!



A medida que perdemos la memoria los elogios que se nos han prodigado se borran, contrariamente a los reproches. y ello es justo: los primeros raramente se merecen, mientras que los segundos nos revelan aspectos de nosotros mismos que ignorábamos.



Si yo hubiera nacido budista, lo sería aún; pero nací cristiano y dejé de serlo en la adolescencia, en una época en que mucho más que hoy hubiera podido exagerar, de haberla conocido, la blasfemia que Goethe escribió el mismo año de su muerte en una carta a Zelter: "La cruz es la imagen más odiosa que existe bajo el cielo".



Lo esencial surge con frecuencia al final de las conversaciones. Las grandes verdades se dicen en los vestíbulos.



Lo caduco en Proust son sus futilidades cargadas de un vértigo prolijo, el regusto a estilo simbolista, la acumulación de efectos, la saturación poética.
Es como si Saint-Simon hubiera sufrido la influencia de las Preciosas. Nadie le leería hoy.



Una carta digna de ese nombre sólo puede escribirse bajo el efecto de la admiración o de la indignación, de la exageración en suma. De ahí que una carta sensata sea una carta inexistente.



Quien esté considerado por sus amigos como alguien «extraordinario», no debe dar pruebas de lo contrario. Que evite dejar trazas y sobre todo que no escriba, si desea ser algún día para todos lo que fue para algunos solamente.



Cambiar de idioma, para un escritor, es como escribir una carta de amor con un diccionario.



«Creo que tú has llegado a detestar tanto lo que piensan los demás como lo que tú mismo piensas», me dijo aquella amiga poco después de vernos tras una larga separación. Más tarde, en el momento de despedirnos, me citó un apólogo chino del que podía deducirse que nada iguala el olvido de sí mismo. Ella, el ser más presente, el más rebosante de «yo» que pueda imaginarse, ¿por qué especie de malentendido preconiza ahora la renuncia hasta el punto de creer que ofrece el ejemplo perfecto?



Incorrecto hasta lo intolerable, mezquino, desastrado, insolente, sutil, intrigante y calumniador, captaba los menores matices de todo, gritaba feliz ante una exageración o una broma... Todo en él era atrayente y repulsivo. Un canalla al que se echa de menos.



Nuestra misión es realizar la mentira que encarnamos, lograr no ser más que una ilusión agotada.



La lucidez: martirio permanente, inimaginable proeza.


Sólo la música puede crear una complicidad indestructible entre dos seres. Una pasión es perecedera, se degrada como todo aquello que participa de la vida; mientras que la música pertenece a un orden superior a la vida y, por supuesto, a la muerte.



Si no poseo el gusto del misterio es porque todo me parece inexplicable, o mejor dicho, porque lo inexplicable es mi único sustento y estoy harto de él.



X. me reprocha que me comporte como un espectador, que no participe en nada, que lo nuevo me repugne. –"Pero si yo no quiero cambiar nada", le respondo.
Sin embargo, no ha comprendido el sentido de mi respuesta: me cree modesto.



Se ha señalado con razón que la jerga filosófica cambia tan rápidamente como el argot. ¿Las razones? La primera es demasiado artificial, el segundo demasiado vivo. Dos excesos desastrosos.



Tras quince años de soledad absoluta, San Serafín de Sarow recibía a quienes le visitaban exclamando: «¡Oh, qué alegría!»

¿Quién, que no haya dejado nunca de codearse con sus semejantes, sería lo suficientemente extravagante para saludarles así?



Es preciso encontrarse en estado de receptividad, es decir, de debilidad física, para que las palabras nos lleguen, penetren en nosotros y comiencen en nuestro interior una especie de carrera.



Deicida es el insulto más halagador que se le puede dirigir a un Individuo o a un pueblo.



El orgasmo es un paroxismo; la desesperación, otro. El primero dura un instante; el segundo una vida.



Aquella mujer tenía un perfil de Cleopatra. Siete años después hubiera podido pedir limosna en una esquina. -Experiencia que debiera curarnos en el acto y para siempre de toda idolatría, de todo deseo de buscar lo insondable en unos ojos, en una sonrisa o en una voz.



Seamos razonables: nadie puede estar completamente de vuelta de todo, y puesto que no existe una decepción universal, tampoco podría existir un conocimiento universal.



Todo lo que no es desgarrador es superfluo -en música por lo menos.



Brahms representa, según Nietzsche, die Melancholie des Unvermogens, la melancolía de la impotencia.

Semejante juicio, escrito el mismo año de su crisis, empaña como siempre el esplendor de su hundimiento.



No haber hecho nunca nada y morir sin embargo extenuado



Esos transeúntes idiotizados... -¿Pero cómo hemos podido caer tan bajo? ¿y cómo imaginar un espectáculo así en la Antigüedad, en Atenas por ejemplo?
Basta un minuto de lucidez aguda en medio de esos condenados para que todas las ilusiones se derrumben.



Cuanto más se detesta a los hombres, más maduro se está para Dios, para un diálogo con nadie.



La fatiga extrema lleva tan lejos como el éxtasis, con la diferencia de que con ella se desciende hasta los límites del conocimiento.



Igual que la aparición del Crucificado dividió la historia en dos, esta noche acaba de dividir en dos mi vida...



Todo parece miserable e inútil en cuanto la música enmudece. Se comprende así que pueda ser odiada y se sientan tentaciones de considerar su absoluto como un fraude. Porque cuando se la ama demasiado hay que reaccionar contra ella como sea. Nadie percibió su peligro mejor que Tolstoi, pues sabía que podía dominarlo completamente. De ahí que comenzara a execrarla por miedo de convertirse en juguete suyo.



La renuncia es la única variedad de acción no envilecedora.



¿Es imaginable un ciudadano que no posea un alma de asesino?



Apreciar solamente el pensamiento indefinido que no llega a la palabra y el pensamiento instantáneo que vive sólo gracias a ella. La divagación y la boutade.



Un joven alemán me pide en la calle un franco. Converso con él y me cuenta que ha recorrido medio mundo y que ha estado en la India, país del que admira a los mendigos, a quienes se jacta de imitar. Sin embargo, no se pertenece impunemente a una nación didáctica. Le observé pedir: parecía haber recibido cursos de mendicidad.



La naturaleza, buscando una fórmula que pudiera satisfacer a todo el mundo, escogió finalmente la muerte, la cual, como era de esperar, no ha satisfecho a nadie.



Hay en Heráclito un lado Delfos y un lado manual escolar, una mezcla de ideas fulminantes y de rudimentos; fue un inspirado y un preceptor. Es una lástima que no hiciera abstracción de la ciencia, que no siempre pensara fuera de ella.



He condenado con tanta frecuencia toda forma de acto, que manifestarme, de cualquier manera que sea, me parece una impostura, por no decir una traición. -
Sin embargo continúa usted respiran- do. -Sí, hago como todo el mundo. Pero...



iQué juicio sobre los seres vivos si es verdad, como alguien ha sostenido, que lo que perece nunca ha existido!



Mientras me exponía sus proyectos, le escuchaba sin poder olvidar que no le quedaban más que unos días de vida. Qué locura la suya de hablar de futuro, de su futuro. Pero, ya en la calle, ¿ cómo no pensar que a fin de cuentas la diferencia no es tan grande entre un mortal y un moribundo ? Lo absurdo de hacer proyectos es sólo un poco más evidente en el segundo caso.



Quedamos siempre anticuados por lo que admiramos. En cuanto citamos a alguien que no sea Homero o Shakespeare, corremos el riesgo de parecer pasados de moda o tocados de la cabeza.



Como máximo, podemos imaginar a Dios hablando francés. Jamás al Cristo. Sus palabras pierden su encanto y su vigor en una lengua tan inadecuada para lo ingenuo o lo sublime.



¡Interrogarse sobre el hombre durante tantos años! Imposible exagerar más el gusto por lo malsano.



¿La rabia proviene de Dios o del Diablo ? -De los dos. ¿Cómo explicar si no que sueñe con galaxias para pulverizarlas y no pueda consolarse de tener únicamente a su alcance este pobre, este miserable planeta?



¿Para qué nos agitamos tanto? Para volver a ser lo que éramos antes de ser.




X., que ha fracasado en todo, se lamenta de no haber tenido un destino. -Todo lo contrario, le digo. La serie de tus fracasos es tan notable que parece revelar un designio providencial.



La mujer fue importante mientras simuló pudor y reserva. iQué deficiencia demuestra empeñándose en dejar de jugar el juego! Ahora ya no vale nada, pues se asemeja a nosotros. Así desaparece una de las últimas mentiras que hacían tolerable la existencia.



Amar al prójimo es algo inconcebible. ¿Acaso se le pide a un virus que ame a otro virus?



Los únicos acontecimientos importantes de una vida son las rupturas. Ellas son también lo último que se borra de nuestra memoria.



Cuando supe que era totalmente impermeable a Dostoievsky y a la Música, me negué, a pesar de sus grandes méritos, a conocerlo. Prefiero conversar con un retrasado mental sensible a cualquiera de los dos.



El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única en realidad.



Habiendo vivido día tras día en compañía del Suicidio, sería injusto e ingrato que lo denigrara ahora. ¿Existe algo más sano, más natural ? Lo que no lo es, es el apetito rabioso de existir, tara grave, tara por excelencia, mi tara...

Cioran: Breviario de podredumbre

En sí misma, toda idea es neutra o debería serlo; pero el hombre la anima, proyecta en ella sus llamas y sus demencias; impura, transformada en creencia, se inserta en el tiempo, adopta figura de suceso: el paso de la lógica a la epilepsia se ha consumado... Así nacen las ideologías, las doctrinas y las farsas sangrientas.
Idólatras por instinto, convertimos en incondicionados los objetos de nuestros sueños y de nuestros intereses. La historia no es más que un desfile de falsos Absolutos, una sucesión de templos elevados a pretextos, un envilecimiento del espíritu ante lo Improbable. Incluso cuando se aleja de la religión el hombre permanece sujeto a ella; agotándose en forjar simulacros de dioses, los adopta después febrilmente: su necesidad de ficción, de mitología, triunfa sobre la evidencia y el ridículo. Su capacidad de adorar es responsable de todos sus crímenes: el que ama indebidamente a un dios obliga a los otros a amarlo, en espera de exterminarlos si rehúsan. No hay intolerancia, intransigencia ideológica o proselitismo que no revelen el fondo bestial del entusiasmo. Que pierda el hombre su facultad de indiferencia: se convierte en asesino virtual; que transforme su idea en dios: las consecuencias son incalculables. No se mata más que en nombre de un dios o de sus sucedáneos: los excesos suscitados por la diosa Razón, por la idea de nación, de clase o de raza son parientes de los de la Inquisición o la reforma. Las épocas de fervor sobresalen en hazañas sanguinarias: Santa Teresa no podía por menos de ser contemporánea de los autos de fe y Lutero de la matanza de los campesinos. En las crisis místicas, los gemidos de las víctimas son paralelos a los gemidos del éxtasis... Patíbulos, calabozos y mazmorras no prosperan más que a la sombra de una fe, de esa necesidad de creer que ha infestado el espíritu para siempre. El diablo palidece junto a quien dispone de una verdad, de su verdad. Somos injustos con los Nerones o los Tiberios: ellos no inventaron el concepto de herético: no fueron sino soñadores degenerados que se divertían con las matanzas. Los verdaderos criminales son los que establecen una ortodoxia sobre el plano religioso o político, los que distinguen entre el fiel y el cismático.

En cuanto nos rehusamos a admitir el carácter intercambiable de las ideas, la sangre corre... Bajo las resoluciones firmes se yergue un puñal; lo ojos llameantes presagian el crimen. Jamás el espíritu dubitativo, aquejado del hamletismo, fue pernicioso: el principio del mal reside en la tensión de la voluntad, en la ineptitud para el quietismo, en la megalomanía prometéica de una raza que revienta de ideal, que estalla bajo sus convicciones y la cual, por haberse complacido en despreciar la duda y la pereza —vicios más nobles que todas sus virtudes—, se ha internado en una vía de perdición, en la historia, en esa mezcla indecente de banalidad y apocalipsis... Las certezas abundan en ella: suprimidlas y suprimiréis sobre todo sus consecuencias: reconstituiréis el paraíso. ¿Qué es la Caída sino la búsqueda de una verdad y la certeza de haberla encontrado, la pasión por un dogma, el establecimiento de un dogma? De ello resulta el fanatismo —tara capital que da al hombre el gusto por la eficacia, por la profecía y el terror—, lepra lírica que contamina las almas, las somete, las tritura o las exalta... No escapan más que los escépticos (o los perezosos y los estetas), porque no proponen nada, porque —verdaderos bienhechores de la humanidad— destruyen los prejuicios y analizan el delirio. Me siento más seguro junto a un Pirrón que junto a un San Pablo, por la razón de que una sabiduría de humoradas es más dulce que una santidad desenfrenada. En un espíritu ardiente encontramos la bestia de presa disfrazada; no podríamos defendernos demasiado de las garras de un profeta... En cuanto eleve la voz, sea en nombre del cielo, de la ciudad o de otros pretextos, alejaos de él: sátiro de vuestra soledad, no os perdona el vivir más acá de sus verdades y sus arrebatos; quiere haceros compartir su histeria, su bien, imponérosla y desfiguraros. Un ser poseído por una creencia y que no buscase comunicársela a otros es un fenómeno extraño a la tierra, donde la obsesión de la salvación vuelve la vida irrespirable. Mirad en torno a vosotros: Por todas partes larvas que predican; cada institución traduce una misión; los ayuntamientos tienen su absoluto como los templos; la administración, con sus reglamentos —metafísica para uso de monos...— Todos se esfuerzan por remediar la vida de todos: aspiran a ello hasta los mendigos, incluso los incurables; las aceras del mundo y los hospitales rebosan de reformadores. El ansia de llegar a ser fuente de sucesos actúa sobre cada uno como un desorden mental o una maldición elegida. La sociedad es un infierno de salvadores. Lo que buscaba Diógenes con su linterna era un indiferente...

Me basta escuchar a alguien hablar sinceramente de ideal, de porvenir, de filosofía, escucharle decir «nosotros», con una inflexión de seguridad, invocar a los «otros» y sentirse su intérprete, para que le considere mi enemigo. Veo en él un tirano fallido, casi un verdugo, tan odioso como los tiranos y verdugos de gran clase. Es que toda fe ejerce una forma de terror, tanto más temible cuanto que los «puros» son sus agentes. Se sospecha de los ladinos, de los bribones, de los tramposos; sin embargo, no sabríamos imputarles ninguna de las grandes convulsiones de la historia; no creyendo en nada, no hurgan vuestros corazones, ni vuestros pensamientos más íntimos; os abandonan a vuestra molicie, a vuestra desesperación o a vuestra inutilidad; la humanidad les debe los pocos momentos de prosperidad que ha conocido; son ellos los que salvan a los pueblos que los fanáticos torturan y los «idealistas» arruinan. Sin doctrinas, no tienen más que caprichos e intereses, vicios acomodaticios, mil veces más soportables que el despotismo de los principios; porque todos los males de la vida vienen de una «concepción de la vida». Un hombre político cumplido debería profundizar en los sofistas antiguos y tomar lecciones de canto; y de corrupción...

El fanático es incorruptible: si mata por una idea, puede igualmente hacerse matar por ella; en los dos casos, tirano o mártir, es un monstruo. No hay seres más peligrosos que los que han sufrido por una creencia: los grandes perseguidores se reclutan entre los mártires a los que no se ha cortado la cabeza. Lejos de disminuir el apetito de poder, el sufrimiento lo exaspera; por eso el espíritu se siente más a gusto en la sociedad de un fanfarrón que en la de un mártir; y nada le repugna tanto como ese espectáculo donde se muere por una idea... Harto de lo sublime y de carnicerías, sueña con un aburrimiento provinciano a escala universal, con una Historia cuyo estancamiento sería tal que la duda se dibujaría como un acontecimiento y la esperanza como una calamidad...

Fragmento de Breviario de Podredumbre (Précis de décomposition, 1949)

Envidia

Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
François de la Rochefoucauld

La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
Arthur Schopenhauer

Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.
Proverbio árabe

La envidia es una declaración de inferioridad.
Napoleón I

La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.
Diógenes Laercio

La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
Miguel de Unamuno

El silencio del envidioso está lleno de ruidos.
Khalil Gibran

Una demostración de envidia es un insulto a uno mismo.
Yevgeny Yevtushenko

La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
Francisco de Quevedo y Villegas

Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan desgraciado como quien los envidia.
Marquesa de Maintenon

El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable"
Jorge Luis Borges

La envidia es el adversario de los afortunados.
Epicteto

A menudo se hace ostentación de las pasiones, aunque sean las más criminales; pero la envidia es una pasión cobarde y vergonzosa, que nadie se atreve nunca a admitir.
Rochefoucault

Porque no sabes o no quieres imitar la conducta noble de aquel hombre, tu secreta envidia te empuja a ridiculizarlo.
San Josemaría Escrivá de Balaguer

Cuanto mejor es el bueno, tanto más molesto es para el malo.
San Agustín

Dejemos a los envidiosos la tarea de proferir injurias y a los necios la de contestarlas.
Luis Dupaty

Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo; simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.
Oscar Wilde

June 27, 2007

Fobia Social

Si usted sufre de fobia social seguramente tiene la idea que las otras personas son muy competentes en público y que usted no lo es. Pequeños errores que usted cometa pueden parecerle mucho más exagerados de lo que en realidad son. Puede parecerle muy vergonzoso ruborizarse y siente que todas las personas lo están mirando. Puede tener miedo de estar con personas que no sean las más allegadas a usted. O su miedo puede ser más específico, como el sentir ansiedad o angustia si tiene que dar un discurso, hablar con un jefe o alguna otra persona con autoridad, o bien aceptar una invitación. La fobia social más común es el miedo de hablar en público. En ocasiones, la fobia social involucra un miedo general a situaciones sociales tales como fiestas. Menos frecuente es el miedo de usar un baño público, comer fuera de casa, hablar por teléfono o escribir en presencia de otras personas, como por ejemplo, escribir un cheque.
Aunque este trastorno frecuentemente se confunde con timidez, no son lo mismo. Las personas tímidas pueden sentirse muy incómodas cuando están con otras personas, pero no experimentan la extrema ansiedad al anticipar una situación social y no necesariamente evitan circunstancias que las haga sentirse cohibidas. En cambio, las personas con una fobia social no necesariamente son tímidas. Pueden sentirse totalmente cómodas con otras personas la mayor parte del tiempo, pero en situaciones especiales, como caminar en un pasillo con personas a los lados o dando un discurso, pueden sentir intensa ansiedad. La fobia social trastorna la vida normal, interfiriendo con una carrera o con una relación social. Por ejemplo: un trabajador puede dejar de aceptar un ascenso en su trabajo por no poder hacer presentaciones en público. El miedo a un evento social puede comenzar semanas antes y los síntomas pueden ser muy agotadores.
Las personas con fobia social no necesariamente son tímidas. Pueden sentirse totalmente cómodas con otras personas la mayor parte del tiempo, pero en situaciones especiales pueden sentir intensa ansiedad/angustia.
Las personas con fobia social comprenden que sus sensaciones son irracionales. Sin embargo, experimentan una gran aprensión antes de enfrentarse a la situación que temen y harán todo lo posible para evitarla. Aún cuando puedan enfrentarse a lo que temen, generalmente sienten gran ansiedad o angustia desde antes y están muy incómodas todo el tiempo. Posteriormente, las sensaciones desagradables pueden continuar con la preocupación de haber sido juzgados o con lo que los demás hayan pensado u observado respecto a ellos.

Caso Clínico
"Yo no podía aceptar invitaciones ni ir a fiestas. Por un tiempo ni siquiera podía ir a mis clases. En mi segundo año de facultad tuve que quedarme en mi casa durante un semestre.
Mi miedo podía presentarse en cualquier situación social. Sentía angustia aún antes de salir de mi casa y aumentaba al irme aproximando a mi clase, a la fiesta o adonde quiera que iba. Sentía el estómago descompuesto y casi creía tener gripe. Mi corazón latía fuertemente, las palmas de las manos se me llenaban de sudor y tenía la sensación de estar separada de mí misma y de todos los demás.
Cuando entraba a un salón lleno de gente, me ruborizaba y sentía que todos los ojos estaban puestos en mí. Me daba vergüenza pararme en un rincón yo sola pero no podía pensar en qué decir a nadie. Me sentía tan torpe que me quería ir inmediatamente."
Tratamiento:
Aproximadamente el 80 por ciento de las personas que sufren de fobia social encuentran alivio a sus síntomas cuando se les brinda tratamiento basado en psicoterapia, medicamentos, o una combinación de ambos. La terapia puede involucrar aprender a ver los eventos sociales en forma diferente; exponerse a una situación social aparentemente amenazadora de tal manera que les sea más fácil enfrentarse a ella; además, aprender técnicas para reducir la ansiedad, adquirir habilidades sociales y practicar técnicas de relajamiento.

Entre los medicamentos que han probado ser efectivos están ciertos Antidepresivos. Las personas que padecen de una forma específica de fobia social llamada fobia de actuación han recibido ayuda de unos medicamentos llamados Beta Bloqueantes. Por ejemplo, se puede recetar Beta Bloqueantes a músicos y otras personas con este tipo de ansiedad para que los tomen el día en que van a actuar.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo:

La presentación clínica y sus consecuencias en las actividades diarias del individuo pueden mostrar una considerable variación a través de las diferentes culturas, dependiendo fundamentalmente de las exigencias sociales del lugar. En algunas culturas (p.ej., Japón y Corea) los individuos con fobia social pueden presentar un temor permanente y excesivo a ofender a los demás en las situaciones sociales, en vez del habitual miedo a pasar apuros. Estos temores adquieren a veces la forma de una extrema ansiedad por el hecho de que el enrojecimiento, las miradas directas y los efluvios corporales puedan ser ofensivos para los demás (taijin kyofusho en Japón).
En los niños las fobias sociales pueden tomar forma de lloros, tartamudez, parálisis, abrazos o aferramiento a familiares cercanos y abstención de mantener relaciones con los demás hasta llegar incluso al mutismo. Los niños mayores pueden mostrarse excesivamente tímidos en los ambientes sociales alejados de la familia, eludir los contactos con los demás, rehusar participar en juegos de equipo y mantenerse típicamente en una posición de segunda línea en las actividades sociales, procurando aferrarse siempre a sus familiares de mayor edad. A diferencia de los adultos, los niños con fobia social no suelen tener la oportunidad de evitar la totalidad de situaciones temidas, y es posible que se muestren incapaces de identificar la naturaleza de su ansiedad. También es posible que exista una disminución de su participación en clase, negativa a asistir a la escuela o evitación de las actividades y citas adecuadas para su edad. Para realizar el diagnóstico de fobia social en un niño, es necesario haber demostrado que sus capacidades para relacionarse socialmente con sus familiares son normales y han existido siempre, y que la ansiedad social aparece en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en cualquier interrelación con un adulto. Es decir, en el niño, y como resultado de esta fobia social, que se inicia tempranamente y presenta un curso crónico, lo que va a ponerse de relieve, más que un empeoramiento respecto a un nivel previo de actividad, es una falta de consecución de las expectativas que se habían creado con arreglo a su edad. En cambio, cuando el trastorno se inicia en la adolescencia, puede conducir a un empeoramiento del rendimiento social y académico.
Los estudios epidemiológicos sugieren que la fobia social es más frecuente en las mujeres; sin embargo, cuando se estudian poblaciones clínicas, ambos sexos se muestran igualmente propensos, o bien se constata que el trastorno incide más frecuentemente en los varones.

Prevalencia:

Los estudios epidemiológicos han puesto de relieve una prevalencia global para la fobia social que oscila entre el 3 y el 13%. Estas cifras pueden variar dependiendo de los umbrales definidos para cuantificar el malestar clínico o la afectación de la actividad global del individuo y los tipos de situaciones sociales objeto de estudio. En uno de estos trabajos el 20% de los casos manifestaba un miedo excesivo a hablar o actuar en público, pero sólo un 2% aproximadamente parecía experimentar suficiente malestar o afectación general como para poder asegurar que se trataba de una fobia social. En la población general la mayoría de los individuos con fobia social temen hablar en público, mientras que un poco menos de la mitad de estos casos confesaba tener miedo de hablar con extraños o conocer gente nueva. Otros temores relacionados con las actuaciones en público (p.ej., comer, beber o escribir delante de los demás, o permanecer en una sala de espera) parecen menos frecuentes. En los centros asistenciales la gran mayoría de las personas con fobia social sienten temor por más de un tipo de situación social. La fobia social rara vez constituye un motivo de ingreso hospitalario. Entre los pacientes con trastorno de ansiedad en régimen ambulatorio, un 10-20% presentan igualmente algún tipo de fobia social, si bien estas cifras varían ampliamente de unos estudios a otros.

Evolución:

La fobia social suele aparecer típicamente a mediados de la edad adulta, a veces con el antecedente infantil de timidez o inhibición social. Algunos individuos sitúan el inicio del cuadro al principio de la segunda infancia. La aparición del trastorno puede seguir bruscamente a una experiencia estresante o humillante, o bien puede hacerlo de forma lenta e insidiosa. El curso de la fobia social suele ser crónico o continuo. A menudo persiste durante toda la vida, si bien a veces remite total o parcialmente en el transcurso de la edad adulta. La intensidad del trastorno y sus consecuencias en la actividad diaria del individuo dependen principalmente de los acontecimientos vitales estresantes y de las exigencias sociales del lugar o la profesión. Por ejemplo, la fobia social puede disminuir cuando el individuo que siente temor por la citas con las chicas logra casarse y volver a aparecer con toda su intensidad si queda viudo. A veces la fobia social aparece por primera vez cuando el individuo obtiene un ascenso en el trabajo que le obliga, por ejemplo, a hablar a menudo ante el público, cuando nunca antes se había visto en la necesidad de tener que hacerlo.

Test de FS
Lo haría... pero me da miedooo!!!

Bukowski breve mix

A mí siempre me ponen muy cachondo las resacas, no para besar ni chupar, sino para echar un polvo sin contemplaciones. Joder es la mejor cura para las resacas.

Malditas mujeres, están más allá de toda razón.

La bondad podía encontrarse a veces en el centro del infierno.

Y sin embargo las mujeres, las buenas mujeres, me daban miedo porque a veces querían tu alma (...).

A mí también me gustaba joder, pero para mí no era una religión. Había en ello demasiadas cosas ridículas y trágicas.

No soy una persona completa, soy la caricatura urbana de un hombre. Más o menos una fallida escultura de mierda sin nada absolutamente que ofrecer.

La mejor mujer que había conocido jamás y había dejado que se esfumase. Me merecía la derrota, merecía morir solo en un asilo mental.

Uno simplemente se cansaba de estar manteniendo apartado al amor y lo dejaba venir porque a algún lado tenía que ir.

Yo no quería ser interesante, de todos modos, era algo muy duro.

Refulgía de sexo. Incluso las cucarachas y las hormigas y las moscas querían jodérsela.

¿De dónde venían las mujeres? La reserva era inacabable. Cada una de ellas era individual, diferente. Sus chochos era diferentes, sus besos eran diferentes, sus pechos eran diferentes, pero ningún hombre podía bebérselas todas, eran demasiadas, cruzando sus piernas, volviendo locos a los hombres. ¡Vaya festín!

Dios y yo no siempre elegimos el mismo caballo.

Si tuviese que elegir entre beber y joder, creo que dejaría de joder.

El amor está bien para aquellos que pueden soportar una sobrecarga psíquica. Es como tratar de llevar sobre tus espaldas un cubo lleno de basura a través de una enorme riada de orina.

La gente tenía que encontrar cosas que hacer mientras esperaba la muerte.

Ese es el mayor problema con la bebida, pensé, mientras me servía un trago. Si ocurre algo malo, bebes para olvidarlo; si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo; y si no pasa nada, bebes para que pase algo.

Vivir hasta que te mueres es un trabajo duro.

- ¿(...) Crees que el beber ayuda a la gente a escribir?
- No. Yo sólo soy un alcohólico que se hizo escritor para poder quedarme en la cama hasta el mediodía.

Mientras los hombres veían el fútbol o bebían cerveza o jugaban a los bolos, ellas, las mujeres, pensaban en nosotros, concentrándose, estudiando, decidiendo si aceptarnos, descartarnos, cambiarnos, matarnos o simplemente abandonarnos. Al final no importaba, hicieran lo que hicieran, acabábamos locos y solos.

Un buen escritor sabe cuándo no escribir.

Pocas mujeres hermosas deseaban mostrar en público que pertenecían a algún hombre.

El resto de nosotros viviría tranquilo hasta que los pobres aprendiesen a construir bombas atómicas en sus sótanos.

Besar es más íntimo que joder. Por eso nunca me gustaba que mis novias besaran a los hombres. Hubiera preferido que se los jodiesen.

Cada mujer es diferente. Básicamente parece que sean una combinación de lo mejor y lo peor, lo mágico y lo terrible. Estoy contento de que existan. de todas maneras.

¿Debería haberla cogido por banda? ¿Un hombre cómo podía saberlo? Generalmente, decidí, era mejor esperar, si importaban los sentimientos personales. Si las odiabas de primeras, era mejor jodértelas de entrada; si no, era mejor esperar, luego jodértelas y odiarlas más tarde.

Yo siempre disfrutaba más estando en casas de mujeres que cuando ellas estaban en mi casa. Cuando estaba en sus casas siempre me podía marchar.

Nos quedamos dormidos, con su mano agarrándome la polla y mis manos en sus tetas. Mi polla se bajó, sus tetas siguieron firmes.

- ¿Cree usted en la bravura?
- Me gusta verla donde sea, en animales, pájaros, reptiles, humanos.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué? Me hace sentir bien. Es una cuestión de estilo frente a algo sin arreglo.

Era, al final, para cada uno, cuestión de esperar. Esperabas y esperabas, para el hospital, el doctor, el fontanero, el manicomio, la cárcel, a que papá se matase.

Muerte en la playa. Sólo respirar, llevar sandalias y pretender que éste era un mundo agradable.

Las simpáticas jodían mejor, la verdad, y después de pasar un tiempo con ellas parecían más hermosas, porque lo eran.

Cuantos más ríos cruzabas, más sabías de ríos, es decir si sobrevivías a las turbulencias y a las rocas ocultas.

Era extraño, pero todo el mundo tenía un culo.

Entré en el baño y contemplé mi cara. Horrible. Me quité algunas canas de la barba y algo del pelo de alrededor de las orejas. Hola, muerte.

Había tanta tristeza en todas las cosas, incluso cuando las cosas iban bien.

Probablemente no pensaban nada de eso, pero un hombre se hace paranoico cuando pasa 300 resacas al año.

- Creo que necesito un trago.
- Casi todo el mundo lo necesita, sólo que no lo sabe.

La gente amoral suele considerarse más libre, pero a menudo carecen de la capacidad de sentir o de amar.

Basta de shopping

NUEVA YORK (The New York Times).- Una noche de viernes, el mes último, justo tras la graduación de la clase 2007 de la New York University, unos 15 hombres y mujeres se apostaron en la Tercera Avenida y la calle 12, frente a un alojamiento universitario. Estaban ahí para tomar ventaja de la mudanza por el fin de año lectivo, cuando todo lo que los estudiantes descartan se amontona en grandes tachos de basura.

Nueva York tiene cantidad de universidades y colleges, por supuesto, pero según Janet Kalish, una vecina de Queens que estaba ahí esa noche, la afluencia de estudiantes de la NYU hace muy beneficiosa la pesca en los basureros. Así que tal vez no fue tan sorprendente que ese amontonamiento en los tachos de basura haya derivado rápidamente en un clima de paseo de compras, mientras los integrantes del grupo aparecían, uno tras otro, con descubrimientos de primera selección.

Ben Ibershoff, un veinteañero elegante que llevaba dos sombreros bombín, llegó hondo y desenterró un televisor Sharp. Autumm Brewster, de 29, encontró una pintura de una bahía del Mediterráneo, la que estudió y se la cedió a otro integrante del grupo.

Unos pocos presentes estaban ahí por casualidad (incluyendo el portero de un centro para homeless cercano, que se quedó con un iPod en pleno funcionamiento y un tubo de crema para el cuerpo), pero la mayoría estaba ahí por... diseño , en respuesta a un mensaje en el sitio Web Freegan.com.

El sitio provee información para la pequeña pero creciente subcultura de anticonsumistas que se llaman a sí mismos freegans : la palabra deriva de free (gratis, libre) y vegans (veganos, entre nosotros, los vegetarianos que rechazan todo producto animal, así como lo hacen los freegans). Freegan.com es lo más cercano a la voz oficial de este movimiento. Y para gente como Kalish sirve de guía para negociar en la vida, hacerse una casa, en un mundo al que ellos ven hostil con sus valores.

Los freegans son excavadores del mundo desarrollado, viviendo de lo que descarta el consumo, en un esfuerzo por minimizar su apoyo a las corporaciones y a su impacto en el planeta, y por distanciarse de lo que ven como un consumismo fuera de control. Buscan en la basura de los supermercados y comen los productos apenas vencidos que son generalmente desechados. Se visten con ropa usada y amueblan sus casas con cosas encontradas en la calle; en www.freecycle.org , donde los usuarios ofrecen artículos en desuso, y en los llamados freemeets , ferias de usado donde todo es canje y no se usa dinero.

Aunque todo empezó a mitad de los años 90, entre movimientos ambientalistas y antiglobalización, ya hay freegans en Suiza, Brasil, Corea, Estonia y Gran Bretaña.

No es fácil hacerse freegan: lo cuenta Madeline Nelson, de 51 años, que en 2003 era directora de comunicaciones de la librería Barnes & Noble: después de un año de reducción progresiva (nada de compras en Eileen Fisher, ningún otro transporte que no sea la bicicleta) abandonó su trabajo. "Pero no estoy sentada en casa comiendo bombones -aclara-. Estoy trabajando, sólo que no trabajo por plata."

June 26, 2007

Me compré Idios Kosmos


una biografía de Pablo Capanna sobre Philip Dick.
Y me gustó más que la de Emanuele Carrere.
Acá encontré una crítica de alguno:

En “Idios Kosmos: Claves para Philip K. Dick”, podría pensarse que nos
vamos a encontrar más de lo mismo. Que volveremos a repasar todo aquello ya
mencionado —en “¿Cuánto te asusta el caos?”, sin ir más lejos, recientemente
publicado además por el mismo Grupo AJEC— en otros ensayos o artículos
dedicados a este polémico y maravilloso autor. Bien, pues la respuesta es no.
Efectivamente en esta ocasión también volvemos a empaparnos de su
paranoia, o mejor dicho, de su esquizofrenia (PKD se definía como un
esquizofrénico); de sus problemas de salud; con las drogas, de sus visiones,
volvemos a repasar el trauma de haber sobrevivido a su hermana gemela (al tiempo
que nos empapamos mucho más de su absurdo sentimiento de culpa), naturalmente
de sus escritos… de lo de siempre, sí, pero esta vez no es lo mismo. Esta vez
Capanna no solo esquematiza de una forma mucho, muchísimo más amena y tal
vez lógica su biobibliografía. Asimismo, también profundiza de una manera
inusualmente concienzuda en asuntos tales como pueden ser la esquizofrenia (la
enfermedad); adentrándose curiosamente en lo que Capanna titula como
“farmacopedia”, en las distintas religiones o personajes religiosos con los que Dick
se topó; también se compromete al hacer un repaso a algunas de las
contradicciones más significativas y quizá escandalosas del autor.
En pocas palabras, Pablo Capanna, con ese estilo y expresividad que le
caracterizan, además de instruirnos y darnos algún que otro punto de vista
interesante, analiza absolutamente todo lo que rodeó al hombre y al autor, todo,
dándole una coherencia hipnotizante y haciéndolo además con la admiración y
respeto que nuestro adorado y/u odiado autor se merece.
“Idios Kosmos: Claves para Philip K. Dick”, no nos muestra entonces sólo
unas pocas claves para comprender al Philip K. Dick de siempre, al que todos más
o menos conocemos; “Idios Kosmos: Claves para Philip K. Dick”, es una de las
llaves maestras; el instrumento idóneo para ayudarnos a comprender y a estimar en
su justa medida al autor y al hombre.
Un sobresaliente pues, a este primer volumen de Tycho-Ensayo.

Peter Capusotto y sus videos


Así quedaría un diario si le recortás las malas noticias Link

June 21, 2007


Quiero un gato como este...

June 20, 2007

"Pautas para el Cuidado Pastoral de la Carretera"(sic)

El Vaticano difundió este martes los Diez Mandamientos para el buen automovilista que cubren desde la conocida norma de no beber antes de conducir, hasta evitar gestos rudos y por supuesto, no usar el auto para el pecado.
Como una contribución a las campañas internacionales de educación vial, la iglesia católica insta también a los conductores a rezar mientras están al volante y persignarse antes de emprender el viaje.
La guía está contenida en un documento de 36 páginas titulado "Pautas para el Cuidado Pastoral de la Carretera".
"Los autos no deberán ser para tí una expresión de poder y dominación, ni una ocasión de pecado", reza el quinto de los diez mandamientos contenidos en este trabajo preparado por el Concilio para los Pueblos Migrantes e Itinerantes que lidera el cardenal Renato Martino.

Pecado en la ruta o la ruta del pecado
Cuando en una conferencia de prensa se le pidió al prelado que diera explicaciones sobre este mandamiento, remitió la consulta a la sección del documento titulada "Vanidad y glorificación personal".
"Los autos se prestan particularmente para que sus propietarios los usen como modo de ostentación y como medio para eclipsar a otras personas y generar un sentimiento de envidia", dijo.
Seguidamente puso como ejemplos de ocasión del pecado adelantarse a otro automóvil en la carretera en forma peligrosa o conductas relacionadas con la prostitución.

Evitarás los gestos rudos cuando estés al volante, no insultarás ni blasfemarás, no perderás el sentido de la responsabilidad, figuran entre los mandamientos, que según el documento, están orientados a evitar la "regresión psicológica" en la que incurren algunos automovilistas.
Según el cardenal Martino, era necesario que la Iglesia Católica se ocupara de este asunto ya que la educación vial es una parte importante de nuestra vida contemporánea.

June 19, 2007

Lo dicho: los chinos son aliens!!!




Este es un comic de Steve Ditko.
Y se puede ver completo en http://elefantes_rosas.blogia.com/

June 18, 2007

Hip Hip urraaaaa!!!!!

A dos décadas de su lanzamiento original, se repone, completa y desde el principio, la serie del más famoso de los detectives contemporáneos de Oxford, especializados en esa tradición tan británica de los asesinatos misteriosos. Basado en las novelas de Colin Dexter, el algo gruñón pero correctísimo inspector al que hizo famoso el gran actor John Thaw (foto) hace lo suyo con la asistencia de su Watson personal, el detective Lewis, quien ya tiene serie propia, y que el mismo canal estrenará en agosto. El primer episodio de Morse, Los muertos de Jericó (el próximo sábado), fue adaptado por el director de El talentoso Señor Ripley, Anthony Minghella.

Desde el 23, todos los sábados y domingos desde las 15 por Film & Arts

June 17, 2007


 

" Los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo.

pero quizás necesitan
lluvia.
zapatos no
pero un lugar donde
caminar.

cigarrillos no,
nos dicen,
pero un lugar donde
arder.

O nos dicen:
Espacio y un lugar para
volar,
da
igual.

los muertos no me
necesitan.

ni los
vivos.

pero quizás los muertos se necesitan
unos a
otros.

En realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros
necesitamos

y
necesitamos tanto
Si solo supiéramos
que
es.

probablemente
es
todo

y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo

o moriremos

porque no
lo
conseguimos.

Espero que
cuando yo este muerto
comprendan

que conseguí
tanto
como
pude."

June 15, 2007

Mamita queridaaa!!!


Lego ALien Via Arvo

Enrique Symms: Están inyectando una jeringa de miedo en las venas del mundo...

Conozco el dolor desde niño, cuando bajaba corriendo, afiebrado, hacia la costa de las aventuras y me encontraba siempre con esa cárcel de rutinas en que consiste la vida, porque estamos aquí en donde todo es dolor y todo nos resulta gratis porque el sol se quema todos los días como un bonzo que se suicida por tristeza, en donde las sonrisas terminan siempre en puñaladas y en donde el primer pez cuando tuvo hambre se convirtió en asesino, el dolor de estar aquí en donde los pájaros aprenden a leer y a escribir, las leyes que prohiben volar...

Esos viejos, flacos y orgullosos, en el supermercado arrastrando un carrito vacío con los ojos bajos, y el silencio. Porque ellos creen que el silencio es de bravos, esos viejos muertos de hambre, que trabajaron toda la vida y no se roban ni una uva. Esos viejos, que se cruzan con un muchacho rubio de pelo largo que no los ve, porque va pensando en el futuro, porque este es un mundo de jóvenes que olvidan su origen y de viejos que no recuerdan el destino, pero si las moscas usaran corbata, si las balas cantaran blues, si el cielo sacudiera su viejo culo azul y las ventanas católicas de los edificios explotaran, igual, igual habria un anciano babeando fantasias sobre las piernas de una muchacha e igual habría todos esos tipos con caras de clavo sonriendo por las calles del mundo...

En una tribu de monos, en una fiesta de esclavos, en una calle de zombies, yo no soy un hombre, soy un virus en tu mente.

Un hombre solo en un cuarto, regando una planta, sufriendo porque nadie le habla o nadie lo toca y solo le cabe recordar. O las camareras de los bares nocturnos de polleras cortas que van naufragando entre las brumas del deseo o las conversaciones de mis amigos, que antes soñaban ser heroes y ahora cobran un sueldo.
Están inyectando una jeringa de miedo en las venas del mundo...

Yo no siento ni pienso, yo no amo ni odio, yo no vivo ni muero y no puedes conmigo, soy un virus en tu mente.

Yo tenia veinte años y siempre estaba borracho en una pieza mugrienta, viendo reflejar mi rostro sobre la frias paredes del mundo, ahora tengo casi sesenta, y nunca lo vi, nunca vi a un hombre encendido y llameante, un hombre que cuando levantara la mano a encender un cigarrillo yo viera en sus ojos los ojos de un tigre, acechando en el viento el paso del tiempo para matarlo, siempre vi, los ojos del miedo, los ojos tristes de la nostalgia.

En una tribu de monos, yo no siento ni pienso, en una fiesta de esclavos, yo no amo ni odio, en una calle de zombies, soy un virus en tu mente.

June 13, 2007

Demonic Japs



Estas imagenes fueron choreadas del blog Modern Mechanix.
Y prometo seguir robando data de este lugar. Es-ce-len-teee!!!!

VITABRUSH y...Satisfacción garantizada!!!

June 3, 2007

June 2, 2007

Tomá pa vos benedict

LOGICA
“Para Benedicto XVI, la comunidad cristiana es Cristo y los doce apóstoles. Es la lógica del pequeño grupo, con el poder sagrado de conducir a la multitud y no dejarse contaminar por ella. Decir que fuera de la Iglesia no hay salvación es una versión medieval. Limitarse a decir que el mundo es relativista, materialista y ateo es blasfemar contra el Espíritu Santo. Porque el Espíritu Santo está en todas las personas. El eso no lo entiende.”
(Por Leonardo Boff, teólogo de la liberación, al diario español El Periódico.)