Che rea vestida a plazos,
con desplante de señora,
que no me das ni la hora
desde que chapaste al ganso;
acordate que este manso
con paciencia de mamita
cuando se acabó la guita
para parar el buyón,
empeñó hasta el bandoneón
para tenerte gordita...
No me mirés de reojo
por arriba de esas pieles,
yo manyo bien tus pasteles
pa’ que esto te cause enojo...
Cuando con tierra en el coco
te salvé de la perrera,
aunque estaba en la palmera
como pude te paré,
hasta que vino ese inglés
que te bajó la bandera...
Perdoname este arrebato
que no es el guiye de un boncha
pero reviento de bronca
porque hoy me dejaron pato...
Seguí con ese checato
y a mí no me des más bola;
y si la inglesa vitrola
deja un día de sonar
no me vengas a escorchar
“Y... andá que te cure Lola”.