Delante de la puerta de un centro alemán de atención a enfermos de Alzheimer han colocado una parada de autobus falsa.
Esta idea tiene como objetivo evitar una situación muy común en estos centros: muchos de los pacientes se escapan y al verse en la calle se confunden y son incapaces de volver por sus propios medios.
“Nuestros pacientes tienen 84 años de media. Su memoria a corto plazo es escasa, pero a largo plazo si recuerdan las cosas, ellos reconocen la parada del autobus y saben que esperar ahí significa volver a casa.”
Como resultado los pacientes errantes ahora se sientan a esperar el autobús que les ha de llevar a casa. Entonces salen los empleados de la residencia y les dicen que el bus llegará más tarde, y que entren en el edificio a tomar un café. En cinco minutos han olvidado que querían escapar.
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