"A mi modo de ver, no hay nada más misericordioso en el mundo que la incapacidad del cerebro humano para correlacionar todos sus contenidos. Vivimos en una plácida isla de ignorancia, en medio de mares negros e infinitos. No fue concebido que debiéramos llegar muy lejos. Hasta el momento las ciencias, cada una orientada en su propia dirección, nos han causado poco daño; pero algún día, la reconstrucción de conocimientos dispersos nos descubrirá tan terribles panorámicas de la realidad, y lo terrorífico del lugar que ocupamos en ella, que sólo podremos enloquecer como consecuencia de tal revelación, o huir de la mortífera luz hacia la paz y la seguridad de una nueva era de tinieblas".