Bueno,qué tal...estoy super contenta: encontré una guía para aprender a patinar es-celente, con todos los "tips" para salir rodando...Así que proximamente (cuando el tiempo acompañe cof-cof!!) ya me verán patinando por los irregulares caminos de Parque Patricios.
Otro tema: por esas vueltas de la vida recibí un mail del bueno de Omar Hefling, -gran escritor cordobés y conductor de "La Trastienda"- que me contó que tiene un blog: www.elclonistachino.blogspot.com Están todos invitados :)
Y también di con un escritor de ciencia ficcion que parece bastante original, Se llama Ted Chiang y no consigo nada de él en este lado del mundo.
Acá copio algo que encontré:
"De entrada, quise escribir un relato sobre los ángeles después de ver la película Ángeles y demonios, un thriller sobrenatural escrito y dirigido por Gregory Widen. Durante mucho tiempo intenté pensar en una historia en la que los ángeles fueran personajes, pero no se me ocurría una idea que me gustase; sólo cuando comencé a pensar en los ángeles en tanto que fenómenos de poder aterrador fui capaz de seguir adelante con el cuento. (Quizá estaba pensando subconscientemente en Annie Dillard. Más tarde me acordé de que ella escribió que si los creyentes tuvieran más fe, se pondrían un casco en la cabeza cuando fueran a la iglesia y se atarían a los reclinatorios.)
Pensar en desastres naturales me llevó a pensar en el problema del sufrimiento de los inocentes. Desde la perspectiva religiosa se ha ofrecido una enorme gama de consejos a aquéllos que sufren, y parece evidente que no hay una única respuesta que pueda satisfacer a todo el mundo; lo que consuela a una persona inevitablemente le parece a otra escandaloso. Piensen en el Libro de Job, por ejemplo.
Para mí, una de las cosas menos satisfactorias del Libro de Job es que, al final, Dios recompensa a Job. Dejen a un lado la cuestión de si los nuevos hijos pueden compensar la pérdida de los anteriores. ¿Por qué Dios le devuelve algo a Job? ¿Por qué ese final feliz? Uno de los mensajes básicos de ese libro es que la virtud no siempre es recompensada; que a las buenas personas les suceden cosas malas. Job finalmente acepta esto, probando su virtud, y por consiguiente es recompensado. ¿No les parece que esto debilita el mensaje?
Me parece que al Libro de Job le faltó el valor de sus convicciones: si el autor estuviera realmente comprometido con la idea de que la virtud no siempre recibe su recompensa, ¿no creen que el libro debería haber terminado con un Job absolutamente desposeído de todo?"