Entre otras cosas, en mi breve pero jugoso viaje musical al litoral fuimos a unas ruinas jesuiticas al sur de Misiones y así fue como me enteré que los indios guaraníes que siempre me habían caído tan simpáticos tenían algunos hábitos "cuestionables": para empezar, eran polígamos, cada hombre tenía 3 o 4 mujeres. ¿Cómo hicieron los jesuitas para "curarlos" de esta costumbre? ->haciendolos formar pareja con UNA sola mujer desde muy chicos, 12 o 13 años. Funcionó.
Pero la poligamia no es nada comparada con su otro hobby: la antropofagia. Los guaraníes creían que al tragarse a su enemigo conseguían su fuerza, el poder de su alma y su vida reforzando así sus propios poderes. Cuando tomaban prisionero a un enemigo le daban un tratamiento especial antes de ser sacrificado: lo tenían como invitado de honor, incluso el captor podía darle una de sus hijas como esposa, adornos, manjares, buena ropa. Se lo llenaba de honores para que muriera en su plenitud y creían que así el que lo ingiriera se llenaría de su fuerza. El día del sacrificio lo llevaban a la plaza y le daban un garrote para que pelee. El ejecutor le pegaba un certero mazazo y a otra cosa. Después lo descuartizaban y lo asaban a la parilla y la carne se repartía entre todos los miembros de la tribu.
Digo yo ¿Será cierto eso de que somos lo que comemos? ¿Acaso tenemos el valor para reconocer nuestras actitudes vacunas, porcinas y polleriles? Yo preventivamente hace un tiempo que dejé de comer carne: ¿cómo voy a comer algo que tiene ojos, que me puede mirar?