Después de Earth Versus the Flying Saucers [vd: La Tierra contra los platillos volantes, 1956], de Fred F. Sears, el siguiente proyecto que se planteó Ray Harryhausen fue una película sobre unas harpías atacando la ciudad de París. El borrador se quedó en eso, pero a partir de ahí surgió una idea paralela: en lugar de París, la ciudad sería Roma, y en relevo del grupo de harpías, se trataría de una sola criatura, un ser procedente de Venus al que Harryhausen bautizó con el nombre de Ymir (el gigante de hielo de la mitología escandinava), si bien a lo largo de la película no se pronunciará tal nombre.
La estructura del film, por lo demás, es la tradicional del cine de ciencia-ficción de la época, con la prueba espacial errada y el enfrentamiento del ejército contra el peligro procedente de los espacios siderales. Sin embargo, la mayor base sobre la cual se articula la cinta es el mítico King Kong (King Kong, 1933), de Ernest B. Schoedsack y Merian C. Cooper, con efectos especiales de Willis H. O'Brien, genio al que Harryhausen admiraba por esta genial obra. Así pues, la base argumental es, en esencia, la misma: la criatura es traída de su lugar de origen a la civilización; incomprendida, es sojuzgada y atacada y ella, en su defensa, es considerada la instigador del mal; finalmente, será abatida por el ejército y caerá de lo alto de un edificio emblemático (en este caso, el Colisevm Romano) para morir. Ahora, empero, no hay historia de amor entre la Bella y la Bestia -sólo entre la científica y el militar-, no existe un análisis del Eros más bestial que late en nuestro subconsciente. Harryhausen (y el subvalorado Nathan Juran) aplican a la historia un tratamiento de gozosa monster movie por medio de una narración sin tiempos muertos (algo habitual en muchas de estas películas: el interludio entre cada escena donde aparece el monstruo se hace cansino y superfluo), con una progresión in crescendo, siempre plagada de interés, donde resaltan momentos tan magistrales como la escena del pajar donde el Ymir ataca al granjero -toda resuelta a base de sombras- o la ya mítica del enfrentamiento final en el Coliseo.
Anécdotas
* El Kraken que efectuaría Harryhausen para Furia de titanes (Clash of Titans, 1980) tiene la misma apariencia que el Ymir de este film, salvo por la ausencia de bigotes y la detentación de tentáculos. * El personaje es copiado/homenajeado en un cómic de Spiderman. * Título de rodaje: The Giant Ymir. También conocida como The Beast from Space. * Como en muchas producciones de serie B, la música está supervisada por un director musical (Mischa Bakaleinifoff), quien hace uso de música de stock de los archivos de la productora, empleando composiciones originales para el film o procedentes de otras películas (como los compases de Steiner, Rózsa y otros). * En algunas copias está eliminada la escena de la lucha con el elefante (por su crueldad).