Bobby Womack nace en el año 1944, hijo de un pastor evangelista y hermano del afamado cantante de música Soul Cecil Womack. Desde su muy temprana edad fue orientado, al igual que lo fueron sus hermanos, hacia la música Spiritual o Gospel, junto a los cuales formó, inducidos por su padre, una banda que luego de probar con varios nombres termino por llamarse The Valentinos. El primer impacto importante en su vida como músico lo dio Sam Cooke, uno de los cantantes Soul más importantes de todos los tiempos. El joven Bobby presencio uno de los conciertos de Cooke y quedo fascinado, quien a su vez decepcionado con el rumbo musical que habían tomado los Valentinos no tardo en abandonarlos para formar parte de la banda de Cooke, siendo el nuevo guitarrista y compositor de la misma.
Luego del misterioso asesinato de Cooke, Bobby, entonces con tan solo veinte años, vuelve a encontrarse sin un rumbo aparentemente fijo, pero junto a la banda de Coocke comienza a proyectar los primeros esbozos de lo que sería su carrera como solista. Poco tiempo después Bobby se casaría con Barbara, viuda de Sam Cooke, y uno de sus hermanos lo haría con la hija del cantante.
Luego de un frustrando intento por entrar en la multinacional Atlantic Record, manejada en aquel entonces por Jerry Waxler, quien al escuchar el material de Womack le ofrece tan solo trabajar como guitarrista de cesión y compositor, empieza una corta pero valiosa colaboración junto al popular Wilson Pickett, de la cual surge la canción I´m in love, inspirada en el amor de Bobby por Barbara.
Su carrera como solista se podría decir que comienza con la edición en 1967 del single de la canción Baby, I can´t stand it, que al igual que Brodway walk, poseen ese poder de síntesis entre la música de grandes como James Brown, Otis Redding, Pickett, o sea entre el Soul, el Rhythm and Blues, el Gospel y el Funk. Dos años más tarde editaría su primer larga duración, titulado “Fly me to the moon”. Este disco incluía una intensa composición llamada Midnight mover, y su propia lectura de I´m in love, también se dio algunos caprichos como la versión del clásico de The Mamas and the Papas “California dreaming”. “My prescription” (1970), su segundo álbum, nos regala una maravillosa canción urbana sobre el drama carcelario, recurriendo a todos los clisés del tema, guitarra acústica tocada con Slide y voz de delincuente bohemio recién enjaulado. I can´t take it like a man nos muestra su lado más vulnerable, con la cual ya lleva bien puesto su apodo King of pain (Rey del dolor). “Womack live”, editado ese mismo año es tan solo la transición hacia el que será su primer gran disco, aunque hay que destacar el largo sermón de la canción The Preacher, solamente disponible en este álbum en vivo. “Communication” (1971), es su tercer álbum en estudio. Hay que señalar al menos dos canciones de este disco, en primer lugar la que da titulo al álbum: Communication es un Funk demoledor, con un sonido de batería similar al que producían Al Green junto al gran Willie Mitchell, y un Bobby Womack que aprendió a tocar Funk, al igual que lo hiciera Stevie Wonder, de los deslumbrantes Sly and the Family Stone, con quienes no solo compartió cesiones de grabación, sino también andanzas nocturnas; su relación con Sylvester Stewart dejó una mascar muy importante en la vida de Womack, no solo en lo musical, también lo hizo en su vida personal, más precisamente en su adicción a las drogas. La segunda de las canciones en cuestión es If you don´t want my love (give it back), tema que Womack grabo en innumerables oportunidades, cabe destacar la versión Folk incluida en la banda sonora del Film Across the 110th street, incluso la que grabó junto al Stone Ronnie Wood, para uno de sus primeros discos solistas, pero aquí se halla la primera de todas ellas.
Sus ambiciones musicales no descansan y luego de la edición de What´s going on de Marvin Gaye, álbum conceptual que revolucionó el Soul, Womack vuelve a proyectar su carrera hacia otra dirección. Al igual que lo hicieran sus contemporáneos Isaak Hayes con Shaft y Curtis Mayfield con Superfly, también tuvo la posibilidad de incursionar en el cine, de la mano de la banda sonora del film Across the 110th Street, para la cual compuso la canción de igual titulo, convirtiéndose con el tiempo en una de las obras más trascendentales de toda su carrera.
Womack ha llevado una trayectoria prolífica, editando una sucesión de logrados álbumes que no hacen mas que confirmar el inmenso talento del artista y su capacidad de seguir robando lagrimas de emoción a sus fieles seguidores, unos pocos afortunados que tienen el placer de haberlo descubierto, por eso recomiendo a todo aquel que guste de la música Soul, o la música negra en general, que no deje de buscar en alguna batea, tan escasas hoy en día lo sé, alguno de los sus discos.