April 5, 2006

Disciplina

Ma Tan-yang y Sun Pu-erh preguntaron sobre la meditación.
Wang Chung-yang dijo:
- En la meditación todos los pensamientos deben cesar. Cuando el ego está muerto, el espíritu emerge. Cuando te sientes, hazlo sobre un cojín. Suéltate la ropa. A la hora del tzu [11.00 p.m.- 01.00 a.m.], cruza las piernas con suavidad y siéntate de cara al este. Junta las manos y ponlas delante del cuerpo. La espalda debe estar recta. Aprieta los dientes y traga saliva. Coloca la lengua sobre el paladar. Debes escuchar en alerta, pero sin estar unido a los sonidos. Deja que caigan los párpados, pero no cierres los ojos. Concéntrate en la luz que ves delante de ti y concéntrate en el Tantien inferior. En la meditación es muy importante dejar de pensar. Si surgen pensamientos, el espíritu no será puro y tus esfuerzos por cultivarte no te llevarán a nada. Además, deberías apartarte de todo sentimiento. En cuanto surgen los sentimientos, el corazón no está tranquilo y el logro del Tao es imposible.
"Siéntate en un cojín y podrás estar sentado mucho tiempo sin sentirte fatigado", siguió diciendo Wang Chung-yang.
"Suelta la ropa para que el movimiento de la energía interna no se vea limitado. La hora del tzu es cuando aparece el primer rayo del yang.
Debes ponerte de cara al este porque el aliento de la vida fluye desde el este a la hora del primer yang.
Reúne las manos en el símbolo del tai-chi, porque simboliza la vaciedad de la forma. Siéntate con la espalda recta, porque sólo con una columna vertical puede ascender la energía hasta la cabeza.
Cierra la boca y pon la lengua sobre el paladar para que la energía interna no pueda disiparse.
El oído está relacionado con la energía generativa. Si quedas conectado al sonido, disiparás esa energía.
No cierres los ojos, pues dejan que la luz que entra brille en tu espíritu. Si cierras los ojos, el espíritu se verá oscurecido. Si los abres demasiado, el espíritu escapará. Por tanto, debes bajar los párpados, pero sin cerrarlos.
Concéntrate en el tantien como si reflejara la luz de tus ojos en él, pues aquí está el misterio de todas las cosas.
Reduce el habla, pues así se conserva una energía vital.
Da descanso a tus oídos, pues así se conserva la energía generadora.
Disuelve los pensamientos para conservar la energía espiritual.
Cuando todas estas energías ya no se disipen, alcanzarás la inmortalidad."

Ma Tan-yang y Sun Pu-erh dieron las gracias a Wang Chung-yang por sus instrucciones. Éste añadió:
- Permanecer en el camino del Tao requiere disciplina. Hay que tomarse este conocimiento en serio y practicarlo en todo momento. De otra manera, aunque sepáis lo que hay que hacer, nada obtendréis.