Arthur Shopenhauer nació en Dantzig (Alemania) en 1788. Su padre, que era comerciante, lo preparó para el negocio llevándolo en sus viajes por Francia e Inglaterra. Schopenhauer aprendió así otros idiomas y adquirió una cultura general que, reforzada con sus estudios y lecturas, llegó a ser muy amplia.
Schopenhauer tomó de Kant la diferencia entre lo que percibimos (fenómeno) y la cosa en sí (noúmeno). El mundo que percibimos no es sino el resultado de nuestras representaciones. «Todo lo que existe, existe para el pensamiento.» Pero, a diferencia de Kant, Schopenhauer entiende que tenemos un modo de acceder al noúmeno, a la cosa en sí. «Nosotros mismos somos la cosa en sí.»
Si por el intelecto accedemos al fenómeno, por el cuerpo podemos acercarnos a la cosa en sí. Por nuestro cuerpo conocemos lo que el mundo es en sí mismo, "voluntad", necesidad, deseo. El instinto de conservación del individuo (agresividad) y el instinto de conservación de la especie (sexualidad) son los modos principales de esta voluntad de vivir. En el fondo, el mundo no es sino voluntad, deseo insatisfecho, anhelo insaciable.
Cuando murió su padre (1805), comenzó sus estudios clásicos. En la Universidad de Göttingen, el filósofo Schultze despertó su interés por la filosofía kantiana a la par que el orientalista Maier lo ponía en contacto con los libros sagrados de la India. Estas dos fueron las fuentes principales de su filosofía.
En 1819 publicó su obra más importante, El mundo como voluntad y representación, que no tuvo repercusión inmediata.
Schopenhauer tomó de Kant la diferencia entre lo que percibimos (fenómeno) y la cosa en sí (noúmeno). El mundo que percibimos no es sino el resultado de nuestras representaciones. «Todo lo que existe, existe para el pensamiento.» Pero, a diferencia de Kant, Schopenhauer entiende que tenemos un modo de acceder al noúmeno, a la cosa en sí. «Nosotros mismos somos la cosa en sí.» Si por el intelecto accedemos al fenómeno, por el cuerpo podemos acercarnos a la cosa en sí. Por nuestro cuerpo conocemos lo que el mundo es en sí mismo, "voluntad", necesidad, deseo. El instinto de conservación del individuo (defensa) y el instinto de conservación de la especie (reproducción) son los modos principales de esta voluntad de vivir. En el fondo, el mundo no es sino voluntad, deseo insatisfecho, anhelo insaciable.
Dado que Schopenhauer entiende, siguiendo a Kant, que la causalidad es una categoría del entendimiento (una categoría a-priori aportada por el sujeto) su conclusión es que, si bien los actos voluntarios particulares tienen una finalidad, la voluntad en sí misma (que, por ser en sí, está más allá de todo fenómeno) no tiene causa ni fin alguno. Es una voluntad sin sentido y, por lo tanto, sin posibilidad de alcanzar una realización total. En el fondo, el mundo es un dolor, un sufrimiento sin finalidad ni sentido.
Respecto de nuestra existencia, Schopenhauer dice que nuestra vida «oscila como un péndulo entre el dolor y el hastío». Cuando queremos algo sufrimos porque no lo tenemos. Cuando lo logramos, o comenzamos a desear otra cosa (nuevo dolor) o ya no deseamos nada (hastío). Estamos encerrados en este círculo.
Así pues, Schopenhauer es el primero que hace de un sentimiento específico, el dolor, una aparición patente del ser mismo, la primera manifestación del hombre en el mundo. Dentro de una voluntad metafísicamente siempre insatisfecha al carecer de fin, en la interpretación de Schopenhauer, una bipolaridad sentimental dolor/placer constitutiva del ser queda definitivamente inclinada en una constante y ontológica negación de la felicidad. Esta condición primaria hace que los sentimientos adquieran una potencia de realidad subjetiva recurrente en nosotros que convierte a la afectividad en un proceso que supera a la voluntad y a la representación. Observación que en una perspectiva nietzscheana representa una concepción de los sentimientos separada del pesimismo de Schopenhauer, ajena al imperio de la voluntad.
De todas formas, Schopenhauer tiene una propuesta: huir del mundo. No acepta el suicidio como camino, porque el suicida no renuncia a la vida sino a la vida que le ha tocado vivir, buscando otra mejor. Sí reconoce como alternativas válidas la contemplación artística y la vida ética. Quien contempla algo bello lo admira pero no pretende lo observado para sí. Suspende por un instante el deseo, la voluntad, y durante ese instante se escapa de este mundo. Pero esta salida es para pocos, e incluso para esos pocos dura poco tiempo. Por ello, el camino más recomendable es el de la vida ética. El sabio sabe que, en el fondo, él y los demás son lo mismo. Supera todo egoísmo y vive la mayor de las virtudes, la piedad. El sabio sufre tanto su dolor como el ajeno y hace lo posible por aliviarlo. Si se quiere lograr una perfección mayor, se puede intentar vivir la "santidad", la negación de la voluntad de vivir. Así se logra una perfecta indiferencia y una castidad perfecta.
Sobre el final de su vida, Schopenhauer comenzó a cobrar notoriedad, y su obra, antes vendida como papel, fue reimpresa y se agotó rápidamente.
La filosofía de Schopenhauer influyó en el joven Nietzsche, quien luego de leer El mundo como voluntad y representación se hizo ferviente discípulo suyo (sin conocerlo personalmente, porque para ese entonces ya había muerto). También influyó sobre el pensamiento del joven Freud, quien cuenta en sus cartas que se reunía con otros colegas para leer a Schopenhauer.
Algunas wikiquotations ¡en orden alfabético!
"Cuanto más vulgar e ignorante es el hombre, menos enigmático le parece el mundo; todo lo que existe y tal como existe le parece que se explica por sí solo, porque su inteligencia no ha rebasado aún la misión primitiva de servir a la voluntad en calidad de mediadora de motivos."
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D
"De vez en cuando se aprende algo, pero se olvida el día entero."
"Deambulamos en el laberinto de nuestras vidas y en la oscuridad de nuestras investigaciones; momentos de claridad iluminan nuestro camino como reverberaciones de relámpagos."
"Debo confesarlo sinceramente. La vista de cualquier animal me regocija al junto y me ensancha el corazón, sobre todo la de los perros, y luego la de todos los animales en libertad, aves, insectos, etc. Por el contrario, la vista de los hombres excita casi siempre en mi una aversión muy señalada, por que con cortas excepciones, me ofrecen el espectáculo de las deformidades mas horrorosas y variadas: fealdad física, expresión moral de bajas pasiones y de ambición despreciable, síntomas de locura y perversidades de todas clases y tamaños; en fin, una corrupción sórdida, fruto y resultado de hábitos degradantes. Por eso me aparto de ellos y huyo a refugiarme en la naturaleza, feliz al encontrar allí a los brutos".
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E
"El desear la inmortalidad para el individuo es realmente lo mismo que desear perpetuar un error por siempre; porque en el fondo cada individualidad es realmente sólo un error especial, un paso falso, algo que mejor no sería, de hecho, algo de lo cual el propósito real de la vida es el sacarnos."
"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros los que las jugamos."
"El hombre puede, acaso, hacer lo que quiere; pero
"En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad."
"En nuestra parte monogámica del mundo, se llama 'casados' reducen a la mitad sus derechos y duplican sus obligaciones."
"Estaría bastante en lo cierto si afirmase que la así llamada filosofía de este Hegel es una colosal mistificación, que proveerá a la posteridad con una inagotable fuente de risas a costa de nuestro tiempo, que es una pseudo-filosofía que paraliza la mente, asfixia todo pensamiento real, y, mediante el más inaceptable uso del lenguaje, pone en su lugar la cháchara más vacía, sin sentido, sin pensamiento, y, como ha sido confirmado por su éxito, la que mejor consigue adormecer a la inteligencia."
Fuente: Arthur Schopenhauer, On the Basis of Morality, trans. E.F.J.Payne (Indianapolis: Bobbs-Merrill, 1965), pp.15-16.
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H
"Hay solamente un error congénito y es la noción de que existimos para ser felices."
"Hay que pensar como la minoría y hablar como la mayoría."
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L
"La amabilidad es como una almohadilla, que aunque no tenga nada por dentro, por lo menos amortigua los embates de la vida."
"La cantidad de rumores inútiles que un hombre puede soportar es inversamente proporcional a su inteligencia."
"La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter; de tal manera que se puede afirmar, de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona."
"La felicidad es solamente la ausencia del dolor."
"La genialidad es tan útil para la vida práctica como
"La mosca debe ser tomada como el símbolo de la impertinencia y la audacia; porque en tanto que los demás animales le huyen al hombre más que a otra cosa, y corren antes que él se les acerque, la mosca se posa sobre su nariz misma."
"La mujer es un animal de cabellos largos e ideas cortas."
"La riqueza semeja al agua de mar: cuanto más se bebe de ella, tanto más sediento se vuelve uno."
"La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes."
"La vida oscila entre el dolor y el hastío"
"Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de la oscuridad para brillar."
"Lo que la lluvia es para el fuego, eso es la lástima para la ira".
"Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos."
"Los hombres vulgares sólo piensan en cómo pasar el tiempo. Un hombre inteligente procura aprovecharlo."
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M
"Me dicen que abra los ojos y contemple las bellezas que el sol alumbra; que admire sus montañas, sus valles, sus torrentes, sus plantas, sus animales y no sé cuantas cosas más. Pero entonces, ¿el mundo no es más que una linterna mágica?. Ciertamente el espectáculo es espléndido, pero en cuanto a representar allí algún papel, eso es otra cosa".
"Muchas veces las cosas no se le dan al que las merece más, sino al que sabe pedirlas con insistencia."
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N
"No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige."
"No lo que las cosas son realmente, sino lo que son para nosotros según nuestra interpretación
"Nuestro mundo civilizado no es más que una mascarada donde se encuentran caballeros, curas, soldados, doctores, abogados, sacerdotes, filósofos, pero no son lo que representan, sino solo la mascara, bajo la cual, por regla general, se esconden especuladores de dinero".
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P
"Para millones y millones de seres humanos el verdadero infierno es la tierra."
"Pocas veces pensamos en lo que tenemos; pero siempre en lo que nos falta."
"Predicar moral es fácil, mucho más fácil que ajustar la vida a la moral que se predica."
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Q
"Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor. Cuanto más elevado es el ser, más sufre... La vida del hombre no es más que una lucha por la existencia, con la certidumbre de resultar vencido. La vida es una cacería incesante, donde los seres, unas veces cazadores y otras, cazados, se disputan las piltrafas de una horrible presa. Es una historia natural del dolor, que se resume así: querer sin motivo, sufrir siempre, luchar de continuo, y después morir... Y así sucesivamente por los siglos, de los siglos hasta que nuestro planeta se haga trizas".
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S
"Sería bueno comprar libros, si se pudiera comprar a la vez el tiempo para leerlos; pero casi siempre se confunde la compra de los libros con la apropiación de su contenido."
"Sólo se puede ser totalmente uno mismo mientras se está solo: quien, por tanto, no ama la soledad, tampoco ama la libertad; pues únicamente si se está solo se es libre."
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T
"Tanto prevalece la salud por sobre todos los bienes exteriores que probablemente un mendigo sano sea más feliz que un rey enfermo."
"Toda sociedad exige, necesariamente, un acomodamiento recíproco, un temperamento; así cuanto más numerosa es, más insípida se hace. No se puede ser verdaderamente uno mismo, sino mientras está uno sólo; por consiguiente, quien no ama la soledad, no ama la libertad, porque no es uno libre sino estando solo".
"Toda vida es sufrimiento."
"Todo nuestro mal viene {del hecho} de que no podemos estar solos."