October 28, 2005

"Todavía podía hablar. Hizo una pausa, buscó y encontró lo que parecía al principio un sonido útil; pero de las células adyacentes surgieron impostores que tomaron el sitio de las palabras que necesitaba, y su mirada implorante decía que intentaba en vano razonar con los monstruos que habían dominado su cerebro." Nabokov. "Fuego Pálido"

Una vez conocí un señor muy especial, abuelo de mi amiga C. Las únicas palabras que podía articular este hombre eran: 1/"no sirve" y 2/"servilleta", y con este reducidisimo vocabulario se esforzaba inutilmente por hacerse entender, ante la mirada impávida del resto de los mortales no-afásicos. Me acuerdo que me costaba entender su enfermedad, creía que todos nacemos sabiendo hablar, leer y escribir.
Secretamente sospechaba que este dulce abuelito nos tomaba el pelo a todos y que cuando se quedaba solo se entretendría recitando el Martín Fierro, cantando en italiano, repitiendo trabalenguas a la velocidad de la luz.