Una criatura marina que murió justo antes de que pudiera defecar ha ofrecido nuevas pistas sobre los hábitos alimenticios de los plesiosaurios. Los contenidos fósiles de su intestino inferior muestran que al cuellilargo reptil marino le encantaban las almejas y los caracoles del fondo del mar.
"Está claro que este ejemplar australiano hallado cerca de la ciudad de Cairns se alimentaba de muchos animales del fondo marino", dijo el Dr. Steve Wroe, miembro del equipo de la Universidad de Sydney, Australia, que realizó el estudio.
Los investigadores examinaron los restos fosilizados de dos elasmosaurios -la forma más extrema de los plesiosaurios- cuyos cuellos eran más largos que sus cuerpos y sus colas juntos.
l cuellilargo reptil marino le encantaban las almejas y los caracoles.
Uno de ellos contenía el excremento fosilizado y los científicos se preguntaron cómo un animal que aparentemente no tenía dientes podía digerir a otras criaturas que estaban protegidas por fuertes conchas.