September 5, 2006

Premios Darwin: requisitos

Wendy Northcutt es bióloga molecular de la Universidad de Standford, y mantiene desde hace años un sitio llamado The Darwin Awards que otorga los Premios Darwin. Los premios Darwin, según sus propias palabras, "premian a los individuos que protegen nuestro patrimonio genético a través del sacrificio máximo: eliminándose a sí mismos de modos extraordinariamente idiotas, mejorando por lo tanto las posibilidades de la raza humana para sobrevivir a largo plazo. Para decirlo más claro: son cuentos morales acerca de gente que se ha matado a sí misma de las maneras más estúpidas, y, al hacerlo, han mejorado significativamente el patrimonio genético, eliminando sus propios genes del proceso evolutivo".


Charles Darwin y un ganador del premio que lleva su nombre

Autora de varios libros y webmaster de su propio sitio, Northcutt lo encabeza con una cita de Einstein que reza: "Hay solo dos cosas que son infinitas: el universo y la estupidez humana. Aunque del universo no estoy tan seguro".

La teoría de la evolución de Darwin postula que solo los mejores genes son transmitidos a la siguiente generación. Por cierto que los de la estupidez no debieran estar entre ellos. Es por ello que nuestra heroína ha establecido estos reconocimientos (casi siempre póstumos) a aquellos que, siendo estúpidos como lo eran, han evitado, al matarse a sí mismos, que sus genes defectuosos lleguen a nuestros hijos o nietos. ¿Humor negro? De ningún modo. Hay un peñasco frente a un precipicio en cierto sitio, preferido por los suicidas que suelen saltar de él. Allí puede verse un grafitti que dice: "Aquí se ve la evolución en acción". Es cierto. Los Premios Darwin están allí, según la doctora Northcutt, para que veamos las fuerzas de la evolución en acción, en vivo y en directo, seleccionando a individuos de nuestra especie para mejorar y mejorarnos. Aunque muchos crean que reírse de un tipo que muere jugando a la ruleta rusa con una mina terrestre está mal o es inmoral, todos convendremos en que una persona que procede de tal modo no tiene en realidad ninguna posibilidad de llegar a vieja, y que lo interesante es la forma en que decidió probar si podía irse al cielo prematuramente.

Como sea, nos agrade o no, los Premios Darwin existen y se entregan desde 1993, casi siempre, como hemos dicho, en forma póstuma. ¿Por qué casi siempre? Pues porque no todos los ganadores se han muerto: algunos simplemente se han castrado. Hasta que no se perfeccione la clonación humana, el que se ha castrado a sí mismo se hace acreedor de un Premio Darwin, siempre y cuando no tenga semen congelado en alguna parte.



Lo cual nos lleva a las normas de los premios. ¿Quién es elegible para ganar un Premio Darwin y mediante qué clase de actos?

Las normas que determinan que un Premio Darwin sea válido son cinco:

1) Reproducción: El candidato debe terminar su experiencia muerto, estéril o incapaz de reproducirse de cualquier modo. Si alguien sobrevive a un acto increíblemente estúpido y permanece en capacidad de reproducirse, la Teoría de la Evolución nos dice que sus genes deben tener algún valor o capacidad oculta que les autoriza a sobrevivir. Así que si alguien juega a la ruleta rusa con una pistola (y no con un revólver) y sobrevive con su pene y sus testículos intactos, sus genes, capaces de sobrevivir a semejante inmbecilidad, tienen una voluntad de vida tan indomable que excluyen de factoal candidato, que no merece, entonces, un Premio Darwin.

2) Excelencia:El candidato debe haber manifestado una inconcebible incapacidad de juicio. No se trata de estupideces comunes, como quedarse dormido con un cigarrillo encendido. Hablamos de estupideces de alto vuelo, idioteces de marca mayor, como la de un ganador del premio que intentó reparar la instalación eléctrica del hidromasaje del jardín en una noche de tormentas eléctricas... El lector imaginará el resultado de la prueba.

3) Autoselección natural:El candidato debe ser causante de su propia muerte. Con esta exigencia, el Premio Darwin intenta desalentar a aquellos que, con un acto sublimemente imbécil, asesinan a otros inocentes, aunque sean sus propios parientes y lleven, por lo tanto, sus mismos genes. El que atropella a alguien por manejar borracho no merece de ningún modo un Premio Darwin, ni tampoco su víctima, porque ella solo ha tenido mala suerte. Para dar un ejemplo: en los Encierros de San Fermín muere gente. Si usted se muere porque un toro lo atropella accidentalmente y no estaba participando del juego, usted es víctima de un accidente: tuvo mala suerte. Ahora, si usted muere en Bilbao, despachurrado por un toro furioso, mientras estaba usted montado desnudo en un carrito de supermercado conducido por un amigo borracho que azuzaba a los toros —como ha sucedido en la realidad—, entonces usted sí se gana un Premio Darwin. Aunque no lo crea, tal episodio es cierto.
4) Capacidad de juicio: El candidato debe ser capaz de un juicio maduro y preciso.Esto excluye, como es natural, a los niños, a los enfermos mentales y a aquellos cuya inteligencia ha demostrado sufrir un proceso patológico o padecer algún retraso mental. Para ser claros: el feliz poseedor de un Premio Darwin debe ser una persona normal, que ha llevado a cabo una acción que cualquier adolescente de inteligencia promedio hubiera sido capaz de evitar por sentido común. Con respecto a los niños, sus faltas de sentido común siempre son imputables a sus padres, responsables de enseñarles, prepararlos para evitar el peligro y ayudarlos a proceder como seres humanos normales.

5) Veracidad: El evento en cuestión debe poder ser comprobado. Esta verdad de Perogrullo es esencial: los hechos merecedores de un Premio Darwin tiene que estar probados. Esto puede hacerse mediante periodistas de medios serios, policía, poder judicial o declaraciones de testigos presenciales.

Cualquiera que cumpla con las cinco condiciones (y sólo entonces) se hará acreedor al Premio Darwin. Link