...entonces el Obispo explicó: "Yo primero mantuve en alto tres dedos, para enunciar la doctrina de la Santa Trinidad. Pero él levantó la mano entera, para mostrarme que los dedos están unidos a una mano—un Dios. Yo entonces demostré que ese Dios nos había absuelto de nuestros pecados señalando el vino consagrado y la ostia. Él sacó una manzana para recordarme del pecado original. Finalmente, tiré los granos en el piso para enseñarle que los judíos están y siempre estarán todos dispersados a través de la tierra. Y ahí fué cuando él descargó su golpe magistral: sacó su gallina para demostrar cómo el Mesías vendrá y los reunirá a todos en una nación."