El guitarrista de los Rolling Stones Keith Richards recordó que durante diez años estuvo en la lista de “aquellos que pueden morir en cualquier momento”, por su adicción a las drogas, y reconoció a la revista inglesa New Musical Express que sobrevivió de pura suerte. “¿Cuál fue la sustancia más extraña que haya inhalado?”, preguntó el periodista. “Mi padre, yo inhalé las cenizas de mi padre, a él no le habría importado. Fue cremado y yo no podía resistir hacerlo.” El padre del músico, Bert, murió a los 84 años en el 2002.