Un vaso de agua cuyo contenido se derrama sobre el suelo: este es un proceso muy probable y ocurre comúnmente. a nivel microscópico, el charco está formado por millones de moléculas de agua que se mueven azarosamente. en principio y por pura coincidencia, podría suceder que todas las moléculas hicieran juntas el mismo movimiento de tal manera que saltaran nuevamente dentro del vaso. este proceso es muy improbable. es tan improbable como ganar la lotería en un sorteo en el que el número de billetes se escribe con varios trillones de dígitos (en comparación, para enumerar la cantidad de átomos existente en el universo visible nos bastaría con ochenta dígitos). lo importante es que PODRÍA suceder.