February 23, 2006

RETRATO DEL DIABLO II

Por supuesto, porque no tienen incapacidad intelectual, los psicópatas progresarán normalmente en términos de desarrollo cognitivo y adquirirán una teoría de la mente. Sus teorías, sin embargo, serán formuladas puramente en términos instrumentales [¿qué puedo conseguir por decir esto o aquello?], sin acceder a la comprensión empática con la que la mayoría de nosotros contamos durante tanto tiempo.

Pueden tener una excelente habilidad para predecir el comportamiento de otros, sin la desventaja de emociones que "intervengan", actuando, como hacen los jugadores profesionales de apuestas, basados únicamente en leyes nomotéticas y datos actuariales en lugar de corazonadas o sentimientos.

Para determinar cómo "jugar" en los encuentros sociales de la vida diaria, utilizarán un acercamiento puramente de costo-beneficio, basado en resultados personales inmediatos, sin "tomar en cuenta" las reacciones emocionales de aquéllos con quienes están tratando.

Sin ningún amor real que los "comprometa" a cooperar, sin ninguna ansiedad para prevenir el miedo a la "deserción", sin culpa para inspirar arrepentimiento, son libres para jugar continuamente para el beneficio a corto plazo.

Al mismo tiempo, debido a que cambios en la frecuencia de genes en la población no serían capaces de llevar el paso con los rápidamente cambiantes parámetros de interacciones sociales, una proporción fluctuante adicional de sociopatía debería de resultar porque, en una sociedad de [psicopatía], las circunstancias del medio ambiente hacen una estrategia de vida antisocial más redituable que una pro-social. [Mealey]

En otras palabras, en un mundo de psicópatas, quienes no son psicópatas genéticos son inducidos a comportarse como psicópatas simplemente para sobrevivir. Cuando las reglas están diseñadas para hacer a una sociedad "adaptiva" a la psicopatía, todos se vuelven psicópatas.

No se engañen por la palabra "psicópata". Muchos individuos creen que el término describe a asesinos en masa o locos "con espuma en la boca". Sea cual sea el nombre, este peligroso desorden de la personalidad presenta tres realidades inquietantes: Su presencia parece estar incrementando, es mucho más común de lo que se creía con anterioridad, y no hay cura.

Lo que hace al psicópata tan aterrorizante y peligroso es que él o ella porta una "Máscara de Cordura" completamente convincente. Al principio esto puede hacer a dicha persona totalmente persuasiva y convincentemente saludable, de acuerdo al psiquiatra Harvey Cleckley. El Dr. Cleckley fue el primero en describir los síntomas clave de este desorden.

Los psicópatas pueden ser muy sociables, aunque son antisociales detrás de su "máscara" en el sentido de que sus "emociones" son una completa farsa. Son maestros de manipular a otros para su beneficio personal. Su encanto, de hecho, es legendario. "Como terapista, te atraviesas con ello todo el tiempo, cuando un hombre es misteriosamente controlado por un sociópata", explica el psicólogo Melvin Zinder, coautor de Hombres Listos Malas Decisiones.

Los psicópatas son expertos para utilizar a la gente. Pueden pedir lo que sea de quien sea sin sentir vergüenza y por su extrovertida y seductora cordialidad, y su manejo de "¡pobre e inocente de mí! ¡Soy tan BUENA persona y he sido tratado tan MAL!", la víctima invariablemente se ve envuelta en una situación en la que le da al psicópata lo que está pidiendo -sin importar cuán escandaloso sea.

Los psicópatas son maestros de falsificar emociones para manipular a otros. Un psicólogo reportó que si de hecho los sorprendes cometiendo un crimen, o diciendo una mentira, "inmediatamente van a justificar sus acciones con autocompasión y echando la culpa a otro, creando una escena que llegue al corazón con falsos sentimientos emocionales." Estas emociones falsas son sólo para producir un efecto, como el observador cuidadoso notará. El psicópata considera una victoria sobre otra persona salirse con la suya o salir de un problema usando emociones falsas.

Los psicópatas son incapaces de sentir angustia o remordimiento por las consecuencias de sus actos. Pueden tranquilamente racionalizar su insensible y extraño comportamiento mientras atribuyen malicia a todos excepto a ellos mismos. Cuando se les sorprende en una mentira, manipulan a otros o historias para su ventaja personal sin ningún miedo de ser descubiertos -incluso si es obvio para todos alrededor que SERÁN descubiertos.

Los psicópatas no pueden sentir miedo por ellos mismos, mucho menos empatía por otros. La mayoría de la gente normal, cuando van a hacer algo peligroso, ilegal o inmoral, sienten un incremento de preocupación, nerviosismo o miedo. La culpa los puede abrumar e impedir que lleven a cabo la acción.

El psicópata siente poco o nada.

Como resultado, la amenaza de castigo, incluso castigo doloroso, es un asunto para reír para el psicópata. Pueden repetir los mismos actos destructivos sin un solo sobresalto del corazón, así como buscar emociones y peligros sin consideración de los posibles riesgos. Esto se conoce como "hipoexcitación". O sea, muy poco -si es que hay algo- realmente los excita; son más como máquinas que como humanos.

El psicópata parece estar lleno de algo equivalente a una gran codicia. Manifiesta este estado interno de muchas formas. Una de las formas más comunes es robar algo de valor de sus víctima (algo de valor), o lastimar/calumniar a la víctima o algo o alguien que la víctima ama. En la mente del psicópata, eso está justificado porque la víctima lo contrarió, no le dio lo que quería, o lo rechazó.

Los psicópatas mienten por mentir. Pueden expresar el más profundo y conmovedor mensaje sin que una sola palabra signifique nada para ellos. También pueden contar las historias más extravagantes simplemente para estar al centro de la atención y obtener lo que quieren.