Cuando el presidente chino Hu Jintao visite la Argentina durante la semana próxima y se entreviste con su colega Néstor Kirchner, el encuentro estará rodeado de algunas curiosidades que pocos conocen, como que una expedición de ese país asiático llegó, al parecer, entre fines de 1421 y comienzos de 1422 a Cabo Blanco, en el norte de la provincia de Santa Cruz, de la que es oriundo el jefe de estado local.
La expedición, comandada por el almirante Zheng He ("eunuco que vale tres piedras preciosas"), concretó, según investigaciones, durante dos años y medio el viaje de circunvalación de la Tierra que realizaron décadas después Hernando de Magallanes y Juan Sebastián El Cano, pero en sentido contrario, por órdenes del emperador Zhu Di en circunstancias en que China se encontraba en un proceso de apertura al mundo dejando de lado el tradicional aislacionismo.
Zhu Di -apodado Yung Lo, "alegría eterna"-, creador de la ciudad prohibida, de trasladar a Beijing la capital imperial, de la remodelación de la Gran Muralla y la reconstrucción del Gran Canal, desarrolló varias campañas militares con lo que amplió el territorio chino y encaró numerosas expediciones hacia zonas alejadas, especialmente del Océano Indico, en las que participaron marinos que acompañaron luego a Zheng He como Zhou Man, el que llegó a Cabo Blanco.
Investigaciones de las últimas décadas, en particular las del historiador Gavin Menzies, nacido en China, pero que durante años fue marino mercante y oficial de la armada del Reino Unido, lograron avances importantes en documentar la circunvalación a la tierra referida que incluyó el paso de los barcos por el hoy Estrecho de Magallanes y hasta una aproximación a la Antártida antes de encarar el retorno a su país de origen remontando hacia el norte el Océano Pacífico.
El retorno de los que vinieron al sur se hizo, según los estudios, luego de llegar a la Tierra de Graham, en el continente antártico, y desde allí a Australia, adonde los chinos, al parecer, también arribaron mucho antes que los europeos, en este caso los británicos. Los restos de un naufragio encontrados en ese país continente en 1836 tienden a confirmar la presencia china en la zona en épocas muy remotas, como el haberse encontrado allí dibujos de caballos.
Lamentablemente, tras el viaje de dos años, los marinos arribaron en circunstancias en que se produjo el fallecimiento de Zhu Di, tercer emperador de la dinastía Ming, y su sucesor, partidario del aislacionismo, puso fin a las políticas de apertura, de manera que el jefe militar Liu Daxia, según Menzies, ordenó destruir la documentación del viaje, aunque nuevos elementos que han ido apareciendo permitieron la reconstrucción progresiva de las expediciones.
El sinólogo X. L. J. Duyvendak en 1930 descifró algunas estelas grabadas por el mismo almirante musulmán Zheng He, para quién el gobierno chino prepara un enorme festejo para el 11 de julio de 2005 al cumplirse el 600 aniversario de la partida del primero de sus siete grandes viajes, incluido el que llegó a América, y del cual se encontraron restos arqueológicos y antropológicos en Cabo Verde, Brasil, Perú y California, entre otros, como dice la comisión de homenaje.
La leyenda china señala que en 499 el monje budista Hoei Shin ("compasión universal") visitó un lejano continente, al que denominó "Fusang", situado a 8.000 millas náuticas al este de su país. Es decir una fecha aún anterior al del no menos legendario viaje del caballero Parsifal ("el que viene de Persia"), el de la saga del rey Arturo (Arthur Pendragón, "el noble oso rey"), quién, según los templarios, trajo a la Argentina el Santo Grial y el Bastón de Mando.
Pero todo indica, con el avance de las investigaciones, que la expedición del gran Zheng He, uno de los más notables marinos de la historia, no fue una leyenda. Está probado que su sexto viaje, el que probablemente llegó a Santa Cruz, contó con 107 grandes juncos, de 130 metros de eslora por 60 de manga, con 450 hombres a bordo cada uno (la "Santa María" de Cristóbal Colón tenía 45), dotados de la más moderna tecnología, con un revolucionario timón para la época.
Uno de los grupos de barcos, comandado por Hong Bao (en Cabo Verde se separaron), recorrió las Islas Malvinas, según los trabajos de Menzies, y estudios de ADN indican que los perros que comen los chinos parecen de la misma raza del extinto can malvinero estudiado por Charles Darwin. El almirante Zhou Man, por su parte, según las investigaciones, tras dar la vuelta por el Estrecho de Magallanes volvió explorando la América andina.
Antes de ir hacia el Atlántico sur, las escuadras de los almirantes Hong Bao y Zhou Man se detuvieron para reabastecerse en Venezuela (otra curiosidad ligada a nuestros tiempos), en la desembocadura del Orinoco tras lo cual navegaron directamente hacia las Malvinas y Cabo Blanco, respectivamente, de acuerdo con la investigación del historiador sino-británico Menzies.
Diferentes indicios señalan que en 1428 ya se había dibujado un mapa completo del mundo que había llegado de China a Venecia de donde lo llevó a Portugal el hermano de Enrique "El Navegante" y que luego fue reconstruido en 1513 por el almirante otomano Piri Reis donde consta América del Sur cuando aún no habían llegado los europeos. El historiador lusitano Antonio Galvao confirmó en 1557 la existencia del hoy desaparecido mapa de 1428 pero existe el de Piri Reis.
No hay fechas precisas de la llegada de Zhou Man al Cabo Blanco pero sí que la flota partió el 5 de marzo de 1421 de China. Lo probable es que haya tocado la costa santacruceña entre fines de 1421 y comienzos de 1422, ya que el regreso al punto de partida fue en la segunda mitad de 1423. El propio Zheng He llegó a China en noviembre de 1421 porque lo suyo fue una vuelta por el Indico. Zhou Wen, a su vez, recorrió América del Norte y regresó por el Ártico. F. del Corro.