Lo afirmó el neurólogo Michel Habib (Por Víctor Ingrassia)
Omitir sílabas o palabras al leer, escribir en forma desordenada con muchos errores ortográficos y de puntuación, cambiar el tiempo de los verbos o las consonantes en palabras que riman, no recordar el orden de las letras cuando se deletrea y tener dificultad para aprender una lengua extranjera son algunos problemas que padecen quienes sufren de dislexia, una incapacidad en la lectoescritura que suele manifestarse en la escuela primaria.
Pero muchos de estos trastornos que sufren los chicos de 6 a 12 años en la Argentina (se calcula que hay un disléxico por aula), pueden ser atenuados en gran medida si se los detecta a tiempo y se los trata adecuadamente. A esta conclusión arribó un grupo internacional de especialistas en neuropsicología, fonoaudiología y neurología que la semana última asistieron a un encuentro científico en Buenos Aires.
Antes de volver a su país, el prestigioso neurólogo Michel Habib, director del Programa Nacional de Prevención de la Dislexia, en Francia, participó del foro "Lenguaje y Cognición", que realizó el Laboratorio de Investigaciones de Funciones Cognitivas de la Facultad de Medicina, de la UBA.
Más allá de la escuela
"La dislexia es el defecto en el aprendizaje de la lectoescritura en niños de coeficiente normal y la deficiencia ortográfica en adultos. Sus consecuencias no se limitan al ámbito escolar ya que produce trastornos en la conducta y dificultad para otras actividades sociales", dijo a LA NACION el doctor Habib, profesor de neurología de la Universidad de Montreal, en Canadá.
En el aula magna del Consejo Universitario de Medicina, Habib expuso sus últimas investigaciones sobre este problema, que afecta al 10% de la población mundial (7% de los argentinos) y que tiene causas múltiples: problemas hereditarios, dificultades en el embarazo, problemas de madurez o de adaptación escolar, y crisis familiares.
La dislexia no sólo plantea problemas para leer o escribir, sino que engloba otras dificultades de aprendizaje. Por ejemplo, quien padezca de disgrafía tendrá dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el tamaño de las palabras o en la presión al escribir. También se puede padecer "disortografía" o dificultad para aplicar las más simples reglas ortográficas. Otros trastornos relacionados con la dislexia son: discronía, discalculia, dispraxia, déficit de atención, trastornos de conducta y precocidad intelectual.
Los libros de medicina explican que la dislexia se presenta cuando el hemisferio cerebral izquierdo, responsable de procesar la información visual, realiza su tarea a una velocidad inferior que el lado derecho, encargado de procesar el lenguaje, pero para el doctor Habib aún falta mucho en el estudio del cerebro para aseverarlo.
"Padecer dislexia acarrea un conjunto de problemas sociales que pueden llevar a trastornos más graves en una persona. En el nivel escolar genera discriminación en el aula, falta de paciencia en los maestros y depresión en el alumno. En adultos, casi la mitad de los disléxicos pueden pronunciar normalmente las consonantes", afirmó el neurólogo.
Como conclusión del foro, Habib comentó que las últimas investigaciones apuntan a difundir el idioma español en pacientes que tienen el inglés o francés como lengua materna, ya que se ha comprobado que presenta un vínculo mayor entre la fonética y la escritura. Además, la abundancia de términos en español facilita la comprensión en el aprendizaje. Varios chicos ingleses o norteamericanos que padecen dislexia están aprendiendo español para disminuir los trastornos de lectura y escritura.