Así respondió Hugh Hefner, fundador de Playboy, a la sección “Lo que sé” de la revista norteamericana Esquire:
Si me dicen “Hef”, me conocen. Si me dicen “Hugh”, no.
He dormido con miles de mujeres y a todas ellas todavía les gusto.
Las mujeres fueron las principales beneficiarias de la revolución sexual. Les permitió ser seres sexuales naturales, como lo son los hombres. Ahí es donde el feminismo debería haber acompañado. Desafortunadamente, dentro del feminismo ha habido un elemento puritano y prohibicionista que es antisexual.
Playboy es el antídoto para el puritanismo.
En los ’50 y ’60, todavía había Estados que prohibían el control de la natalidad, así que comencé a financiar casos judiciales para combatir eso mismo. Al mismo tiempo, ayudé a patrocinar los casos menores que eventualmente condujeron a Roe versus Wade. Fuimos los amicus curiae en ese caso. Yo era un feminista antes de que existiera algo llamado así. Eso es una parte de la historia que muy pocos saben.
El sexo es la fuerza que mueve al planeta. Deberíamos abrazarlo, no verlo como el enemigo.
No tiene mucho sentido vivir la mitad del año en un mal clima.
Todo hombre debería tener un Hitachi Wand. Es un muy buen vibrador.
Vivimos separados por nuestros mitos.
Uno de los problemas de la religión organizada es que siempre ha mantenido a las mujeres en una posición de segunda categoría. Han sido vistas como la hijas de Eva.
Vivo asombrado ante la existencia. No finjo saber de qué se trata.
Mi frase más exitosa con las mujeres es: “Mi nombre es Hugh Hefner”.
La mayoría de las personas no tiene idea de por qué actúa como lo hace. Por lo general, cuando está enojada, no está enojada por lo que cree que está enojada.
Es bueno ser egoísta. Pero no tan egocéntrico como para nunca escuchar a los demás.
Mi vida ha sido la búsqueda de un mundo en el que las letras de las canciones sean verdaderas. No las canciones actuales. Las canciones románticas. Gershwin, Cole Porter...
Hollywood tiene muchos, muchos excesos y mucha gente poco amable, pero eso es cierto en cualquier lugar. La diferencia entre Hollywood y Nueva York es que en Hollywood está todo a la vista.
Vivir en el momento, pensar en el futuro y mantenerse conectado con el pasado: eso es lo que me hace sentir completo.
Esa es la bendición de la humanidad, lo que nos separa de los animales: soñar.
Cuando estoy solo, la masturbación no está mal. Pero no paso mucho tiempo solo.
Hay algo verdaderamente hipócrita en la gente que persigue la fama durante la primera mitad de sus vidas y luego finge resentirla.
Lo que me sorprende de envejecer es que sigo siendo tan joven. Si uno no se toma la vida y a sí mismo con sentido del humor, entonces está viejo.
La soledad no tiene que ver con el lugar en el que uno está.
Gloria Steinem dijo que una mujer necesita de un hombre como un pez necesita de una bicicleta. Y ahora está casada con un tipo millonario. Así que, ¿qué te dice eso? Todo el mundo, si tiene la cabeza en su lugar, quiere ser un objeto sexual, entre otras cosas. No quieren ser atractivos. De lo contrario, qué vida triste y patética. Vivir una vida que valga la pena es sentirse atraído por y atractivo para otras personas.
Una de las grandes ironías de nuestra sociedad es que podemos celebrar la libertad y luego limitar las partes de la vida en las que deberíamos ser más libres.
Cuando uno está en posición de no ser amable, ahí uno se entera de quién es realmente.
Me levanto todos los días y me voy a la cama todas las noches sabiendo que soy el tipo más afortunado del planeta.
Tengo la casa bastante en orden. Cuando llegue, llega. Pero mi mamá vivió 101 años, así que toco madera.
La mejor parte en cualquier relación es el comienzo.
Mis puntos de vista han evolucionado desde mi infancia, pero no he cambiado de parecer de manera drástica. Siempre sentí que estaba del lado de los ángeles.
Mi vida es un libro abierto. Con ilustraciones.