January 6, 2006

El Enigma de La Mano Ardiente

Se la menciona en las obras de diversos perseguidores de brujas, como Del Rio, quien afirma que los ladrones utilizaban la mano ardiente para asustar e inmovilizar a las personas cuando despertaban del sueño, lo cual les daba tiempo suficiente para huir.

Remy y Guazzo citan, respectivamente, los casos de algunas brujas que desenterraban cadáveres y les cortaban las manos para hacer con ellas manos ardientes.

Semejante práctica data probablemente del siglo XII, y en un principio se empleaban manos de ahorcados, que, para que tuvieran mayor eficacia, tenían que ser cortadas durante la medianoche del viernes. La mano debía secarse según cierto número de reglas, de tal modo que quedase en forma de puño cerrado a medias. Una vez que estaba completamente seca, se colocaba en ella una vela negra cuyo pábilo debía confeccionarse con la cuerda de un ahorcado.

De este modo la mano ardiente quedaba en condiciones de emplearse para la búsqueda nocturna de tesoros escondidos. Decíase que la llama ardía más clara cuando la mano se aproximaba a un objeto oculto. Posteriormente, las brujas usaron tambien la mano ardiente para envenenar a quien lo deseaban, ya que mientras la vela ardiera, las brujas podían envenenar a cualquier persona.


Frederik Koning: Diccionario de Demonología/Jardin de Flores Curiosas